Inflación y deflación son dos conceptos que constantemente aparecen en los medios de comunicación. Sus efectos en la economía son de importancia capital. El eje de estos conceptos se vertebra según la política monetaria, la cual decide qué cantidad de dinero debe haber en el mercado, con el objetivo de mantener y controlar una situación de inflación o deflación según las necesidades que requiere la economía en ese momento.
En este sentido, las políticas monetarias pueden ser expansivas o restrictivas. Antes de dar paso a la explicación hay que tener claro la ley de oferta y demanda, la cual explica que un aumento del consumo provoca un aumento de los precios (inflación) y una disminución del consumo provoca una caída en los precios (deflación).
Política monetaria expansiva
Esta medida se lleva a cabo en momentos de deflación, es decir, cuando hay una caída generalizada de precios. Su misión es inyectar dinero en la economía para que de este modo aumente el consumo de bienes y, por lo tanto, suban los precios. Éstas son las medidas que se pueden adoptar:
- Reducir el tipo de interés. Esta medida se realiza mediante el crédito que los bancos centrales dan a los bancos comerciales a un tipo de interés bajo. Éstos a su vez proporcionan préstamos a las economías domésticas que, al tener un tipo de interés reducido, estarán más dispuestas a endeudarse y habrá más dinero en circulación para el consumo (demanda).
- Reducir el coeficiente de caja. Los bancos comerciales tienen la obligación de tener un porcentaje del total de los depósitos bancarios guardados sin la capacidad de prestarlo. Es decir, si por ley el coeficiente de caja es del 10%, un banco que sólo tuviese 100 euros en depósitos tendría que tener siempre en su caja 10 euros como seguro de garantía para los clientes que quisiesen retirar dinero en efectivo. Por lo tanto, si éste se reduce al 5%, el banco podría prestar más dinero (el coeficiente de caja pasa de 10 euros a 5 euros) a empresas y familias y, en consecuencia, aumentaría el consumo.
- Comprar deuda pública. Otra manera de inyectar dinero en la economía se puede hacer mediante la compra de deuda pública por parte de los bancos centrales. Con esta medida se aumenta la base monetaria y se estimula el consumo.
Política monetaria restrictiva
Consiste, al contrario de la política monetaria expansiva, en reducir la cantidad de dinero que hay en el mercado y en consecuencia controlar la inflación para que se estabilice o baje. Las medidas que se pueden adoptar son:
- Aumentar el tipo de interés. De esta manera disminuye el dinero en circulación, bien sea porque hay que pagar más intereses o porque se piden menos préstamos. En consecuencia, se reduce el consumo y con ello bajan los precios.
- Aumentar el coeficiente de caja. Esta medida obligaría a los bancos a tener más dinero líquido como garantía de sus depósitos y, por lo tanto, disminuiría la cantidad de dinero en circulación.
- Vender deuda pública. Con esta política se disminuye el dinero que hay en circulación ya que las economías domésticas y otros agentes económicos estarán dispuestas a comprarlo. Disminuirá el dinero en circulación y bajará el consumo y los precios (deflación).