Un multimillonario probablemente tenga una vida fácil en cuanto al cumplimiento de sus necesidades y deseos. Sin embargo, la buena gestión del patrimonio y los ahorros se convierten en una necesidad capital que entraña riesgos y dificultades. Las grandes fortunas invierten constantemente su dinero. Dejar estático el ahorro provoca una pérdida de poder adquisitivo ya que se vive en un contexto en el que la inflación es un mal necesario.
Entre los más ricos también hay diferencias en sus estrategias de inversión. Hay perfiles con más riesgo que otros. Obviando que hay que gastar menos de lo que se gana, los multimillonarios suelen invertir en renta variable (acciones) o en bienes inmuebles. Los más conservadores, con un perfil de riesgo bajo, invierten en renta fija tratando de preservar el capital, aunque la rentabilidad sea menor.
Por ejemplo, Amancio Ortega tiene un patrimonio inmobiliario valorado en 8.520 millones de euros que va desde la Torre Cepsa de Madrid a propiedades en Miami o Londres. El dueño de Inditex, es la primera fortuna del país y esto no se debe simplemente a los dividendos que recibe al poseer el 59% del grupo textil, que el año pasado fueron 1.108 millones de euros. Ortega invierte gran parte de su capital en Pontegadea, la sociedad de inversión inmobiliaria que ha creado junto a su familia.
Otras fortunas, como la de Alicia Koplowitz, es gestionada a través de una SICAV (Sociedad de Inversión de Capital Variable) la cual maneja un capital de 542 millones de euros. Por otro lado, Bill Gates, el fundador de Microsoft y hombre más rico según Forbes, tiene una cartera de inversión muy dispar, que va desde participaciones en empresas informáticas hasta negocios especializados en alfombras. Sin embargo, Gates es además un gran filántropo. Desde 1994 lleva donados más de 35.000 millones de dólares en efectivo y 700 millones de acciones de Microsoft.
Pero invertir implica riesgos y ese riesgo normalmente se traduce en pérdidas. El pasado año algunos “ultra ricos” perdieron dinero en sus inversiones. El empresario mejicano Carlos Slim, tuvo que despedirse de 2.900 millones de dólares, aunque esto sólo supuso un descenso del 5,6% de su fortuna. Asimismo, el dueño de H&M Stefan Persson reportó pérdidas por valor de 3.200 millones de dólares.
Amasar una fortuna parece un trabajo fácil si el origen viene de una gran herencia. Sin embargo, el 68% de las 400 personas más ricas, según Forbes, crearon su fortuna desde cero, es decir, sin ninguna herencia de por medio.
En el contexto europeo, en el último año el número de multimillonarios ha aumentado un 4,2%. En España, desde el año 2008, el número de millonarios se ha incrementado en un 50%, lo que pone de manifiesto que desde la crisis hay más pobres, pero también más ricos.
En el mundo de las finanzas se sabe que es necesario que las economías desarrolladas crezcan para ganar al invertir, pero también se hace necesario que otros pierdan dinero y en muchas ocasiones son los pequeños inversores los que más pérdidas soportan, en términos porcentuales, sobre su capital.
Autor: Daniel Moreno (10 octubre 2017)