Consumidores más felices pueden generar un medio ambiente más saludable10/08/2014 | Europa Press – Europa Press Español
La búsqueda de la verdadera felicidad puede llevar a las personas a estilos de vida que no sólo son satisfactorios para ellas sino mejores para el medio ambiente, según una visión general sobre la investigación psicológica que se presenta en la 122 Convención Anual de la Asociación Psicológica Americana, que se celebra del 7 al 10 de agosto en Washington D.C. "Durante décadas, el consumismo ha estado en colisión con el medio ambiente, con el apetito del consumidor mermando los recursos naturales del planeta y acelerando el calentamiento global. Hay quien piensa que tenemos que cambiar el consumo con el fin de salvar el planeta –explica Miriam Tatzel, del Empire State College –. Pero, ¿y si lo hacemos al revés? ¿Qué pasa si lo que es bueno para el consumidor coincide con lo que es bueno para el medio ambiente?". La psicología positiva, o el estudio de la felicidad, el bienestar y la calidad de vida, proporciona las respuestas de lo que realmente da la felicidad a los consumidores, según Tatzel. Varios estudios han determinado que las necesidades psicológicas básicas de la población incluyen la competencia, la autonomía, las relaciones positivas, la autoaceptación y el crecimiento personal. La investigación ha demostrado que en lugar de cubrir estas necesidades, la búsqueda del dinero y las posesiones quita tiempo a actividades personales más satisfactorias y relaciones sociales. La presentación de Tatzel ilustra cuántos rasgos de consumo tienen vínculos directos con el medio ambiente, tanto buenos como malos. Por ejemplo, el materialismo no sólo es malo para el medio ambiente sino que es malo para el bienestar de los consumidores. "La gente quiere progresar a medida que se cansa de lo que tiene y quiere algo más, que a su vez conduce a un mayor consumo y más residuos en los vertederos, más gasto de energía y más carbono que se emite a la atmósfera", alerta. "Cuanto más grande es la brecha entre lo que uno quiere y lo que uno tiene, mayor es la insatisfacción. Menos materialismo es igual a más felicidad", sentencia Tatzel. A su juicio, otro camino hacia el bienestar es el ahorro, lo que significa conservar los recursos igual que el dinero, señala Tatzel. Las personas frugales están más satisfechas con la vida en general, según un estudio de 2014, lo que puede deberse a que se evitan consecuencias negativas de gastar demasiado y tener deudas, una forma de prevenir la infelicidad, agrega. La gente disfruta haciendo cosas más que teniendo cosas, como señalan otros estudios que encontraron que las personas se dan cuenta d Esta experta describe otra investigación que ha encontrado que las personas tienen más probabilidades de ser felices cultivando talentos personales y las relaciones más que el dinero y la fama y por tener un sentido independiente de uno mismo, que se traduce en no preocuparse mucho de lo que otros piensan de sus posesiones. Cuando se trata de poseer dinero, los análisis han demostrado que altos ingresos pueden comprar la satisfacción, pero no la felicidad, según Tatzel. El bienestar emocional de las personas, que refleja las experiencias diarias de alegría, estrés, tristeza, ira y afecto que hacen la vida agradable o desagradable, se ve afectado de manera diferente por tener dinero que por la evaluación de la vida de las personas, que se refiere a los pensamientos acerca de su vida, según ha detectado la investigación. La evaluación de la vida aumenta de forma constante con los ingresos y el bienestar emocional también se incrementa con la renta, pero no hay ningún avance más allá de un ingreso anual de alrededor de 75.000 dólares, según los estudios. "Una sociedad en la que algunas personas son idolatradas por ser fabulosamente ricas genera un nivel de éxito que es inalcanzable y nos lleva a tratar de acercarnos a él trabajando y gastando más", detalla Tatzel. "El enfriamiento de la economía basada en el consumo, trabajando menos y consumiendo menos, es mejor para el medio ambiente y para los seres humanos también", concluye. |
Happier consumers can create a healthier environment08/10/2014 | Europa Press – Europa Press English
The search for true happiness can lead people to lifestyles that are not only satisfactory but are actually better for the environment, according to general conclusions on psychological research presented at the American Psychological Association´s 122nd Annual Convention held in Washington D.C. from the 7th to 10th of August. "For decades, consumerism has been on a collision course with the environment, with consumer appetites draining the planet of natural resources and accelerating global warming. One view is that we need to change consumption in order to save the planet," Empire State College researcher Miriam Tatzel said in a statement. "But what if we approached it from the other way around? What if what´s good for the consumer meets what´s good for the environment?" Positive psychology, or the study of happiness, well-being and quality of life, provides the answers to what really brings happiness to consumers, added Tatzel. Several studies have determined that people´s basic psychological needs include competence, autonomy, positive relationships, self-acceptance and Tatzel´s presentation illustrated how many consumer traits have direct links to the environment for both good and bad. For example, materialism is not only bad for the environment, it´s bad for consumers´ well-being. "People´s wants escalate as they tire of what they have and they want something else, which in turn leads to more consumption and more waste in landfills, more energy consumed and more carbon emitted into the atmosphere," she said. "The larger the gap between what one wants and what one has, the greater the dissatisfaction. Less materialism equals more happiness." Another path to well-being is thrift, which means conserving resources as well as money, Tatzel noted. Frugal people are happier with life in general, according to a 2014 study. That may be because avoiding the negative consequences of spending too much and going into debt is one way to avoid unhappiness, she said. People enjoy doing things more than having things, with other studies finding that people realize more lasting happiness by changing their activities than by changing their material circumstances. "Experiences live on in memory, are incomparable, often shared with others and don´t have to be resource intensive," said Tatzel. The expert talked about other research that found people are more likely to be happy by working on personal attributes and relationships more than money and fame and by having an independent sense of one´s self, which leads to worrying less about what other people think about their possessions. When it comes to having money, studies have shown a high income may buy life satisfaction, but not happiness, says Tatzel. People´s emotional well-being, which reflects daily experiences of joy, stress, sadness, anger and affection that make life pleasant or unpleasant is affected differently by having money than people´s life evaluation, which refers to thoughts about their life, research has found. Life evaluation steadily rises with income. Emotional well-being also rises with income, but there is no further progress beyond an annual income of about $75,000, research has found. "A society in which some people are idolized for being fabulously rich sets a standard of success that is unattainable and leads us to try to approach it by working more and spending more," Tatzel said. "Cooling the consumption-driven economy, working less and consuming less are better for the environment and better for humans, too." |
|
Copyright © «Europa Press«. «Europa Press» is a trade mark of «Europa Press». Published for Finanzas para Mortales with authorization of «Europa Press». |
Copyright © «Europa Press«. «Europa Press» is a trade mark of «Europa Press». Translation for Finanzas para Mortales with the authorization of «Europa Press» |