Esta expresión es originaria del siglo XX, cuando el famoso gánster Al Capone tenía la necesidad de legalizar el dinero obtenido de sus actividades ilícitas. Decidió crear una cadena de lavanderías como tapadera, y así decir que todo su dinero procedía de esta actividad. Es entonces cuando aparecieron las expresiones «lavar dinero», «blanquear dinero», «dinero sucio o limpio».