Cuando una economía atraviesa una situación de crisis “asimétrica” (diferencial respecto a su entorno) el recurso habitual de la política económica es el de proceder a la devaluación de su moneda para tratar de restaurar las condiciones de competitividad. Si esa economía pertenece a un área monetaria común, como ocurre con la española con el euro, esa devaluación monetaria no es posible y ha de recurrir a la que se conoce como “devaluación interna”, que consiste en un ajuste a la baja de los salarios y las rentas, la reducción de los déficits y una mejora de las condiciones productivas y la productividad, para tratar de recuperar por esa vía la competitividad perdida.
