¿Es la inmigración todavía algo bueno para la economía de los EE. UU.?10/07/2013 | FxM – Evan Brock Gray
Esta pregunta viene en un momento interesante para los Estados Unidos. Primero porque se ha empezado a escribir este editorial el día 4 de julio, cuando los estadounidenses celebran este año el 237 cumpleaños de su país mientras disfrutan de sus barbacoas y fuegos artificiales durante una noche cálida de verano y reflexionan sobre el pasado de su nación. Lo segundo, más concretamente, es porque el Senado de los EE. UU. acaba de aprobar un proyecto de ley sobre un gran cambio en la política actual de inmigración y la Cámara de Representantes lo debatirá después de la semana festiva. Así que analicemos este asunto político y económico para comprender mejor si por permitir una mayor inmigración regulada, regularizar a los inmigrantes “sin papeles” y aumentar la seguridad fronteriza, estos tres ejes de la legislación propuesta beneficiarán a la economía estadounidense. El proyecto de ley titulado “Acta de seguridad fronteriza, oportunidades económicas y modernización de la inmigración (S. 744)” arranca con unos costes tremendos. Al menos 1.100 kilómetros de vallas se construirán a lo largo de la frontera entre los EE. UU. y México y se reclutarán, formarán y contratarán unos 20.000 agentes fronterizos. Se puede decir que esto significa más de 20.000 puestos de trabajo pero el coste estimado para este programa con los otros proyectos del “aumento de la seguridad fronteriza” suma los 40.000 millones de dólares (31.250 millones de euros). Por otra parte, al llegar millones de inmigrantes y sus familias a los EE. UU. durante las próximas dos décadas, habrá que invertir cantidades enormes de dinero en escuelas y viviendas (cosa que en algunos sitios será una bendición y en otros causará dolores de cabeza) a la vez que los EE. UU. asumirán unos 262.000 millones de dólares de gastos inmediatos (204.700 millones de euros), sobre todo en el sistema sanitario y los programas de la seguridad social. Además, ¿qué pasará cuando tanta gente se incorpore al mercado laboral estadounidense (unas 9 millones de personas hasta 2033)? Los inmigrantes recién llegados o legalizados son más propensos a trabajar, a buscar de forma activa un empleo y a cambiar de un empleo a otro –lo que dinamiza el mercado laboral- que otras personas en las mismas categorías profesionales del mercado laboral. Es más, según Mark Zuckerberg (Facebook) y Reid Hoffman (LinkedIn), los inmigrantes con una formación superior tienden a ser emprendedores y, por ende, fomentan a la innovación y la economía del conocimiento; dos áreas claves en la ventaja competitiva global de los EE. UU. La tasa de empleo subirá en el largo plazo con la expansión del mercado laboral, pero también en el medio plazo ya que la demanda de los bienes y servicios en los sectores tradicionales y nuevos se incrementará. Sin embargo, el desequilibrio producido de la demanda y la oferta de empleo al regularizar los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados que ya viven en el país supone un reto importante. Al fin y al cabo, mucha más gente empleada dentro de los EE. UU. mejorará de forma significativa la situación financiera del país: se recaudarán más impuestos, tanto por las actividades desempeñadas como por las rentas de personas físicas, lo cual podría ayudar a reducir el déficit presupuestario crónico de los EE. UU. También es necesario ver cómo esta legislación afectará a los sueldos de las diferentes categorías profesionales. Los trabajadores muy poco cualificados y altamente cualificados verán disminuidos sus sueldos medios porque éstos son los tipos de trabajadores que más se requieren en los EE. UU.: la mano de obra para el sector de la agricultura y de los servicios y los profesionales dedicados a las ramas de las ciencias y la ingeniería. Después del año 2025, el sueldo medio nacional empezará a subir gracias al aumento de la productividad laboral (producción / factores productivos laborales) y de la productividad del capital (producción / factores productivos de capital) en el largo plazo. Como los recursos de capital escasearán con el aumento de la mano de obra, la inversión en capital aumentará por estas expectativas durante la próxima década. La productividad total de los factores (PTF = producción / (productividad del capital / productividad laboral)) aumentará en un 0,7% hasta 2023 y un 1% hasta 2033, lo cual es importante porque mientras sube la PTF también suben los sueldos, las tasas de interés (algo bueno para los ahorradores y los inversores) y el PIB. Ahora bien, se calcula que la ”S. 744” incrementará el PIB en un 3,3% hasta 2023 ($517 mil millones de dólares o 404 mil millones de euros) y por un 5,4% hasta 2033 ($84 Al final, hay costes y hay beneficios creados por el incremento de la inmigración en los EE. UU. El Comité del Congreso para el presupuesto (CBO) realizó un estudio importante (de donde se han sacado los datos utilizados anteriormente) sobre los efectos de la “S. 744” y, en general, determinó que habría un beneficio neto para la economía estadounidense, sobre todo en el medio y largo plazo. Sin embargo, puede que la clase media del país nunca se beneficie de los efectos positivos de la reforma migratoria. Justo cuando el mercado laboral estadounidense empezaba a dar la vuelta a la esquina, ahí vienen millones de trabajadores para aumentar la competencia laboral, quedarse a vivir y formar familias. Pero, por otra parte, puede que sea una bendición oculta: el comienzo del siglo XX destacó por un “boom” de inmigración y, después, se vivió un siglo de modernización económica e inclusión social increíble. Hoy en día con la generación “baby-boomer” a punto de jubilarse y las tasas de natalidad por debajo del “nivel de mantenimiento” de 2,1 hijos por mujer, lo que va a ser realmente difícil es mantener una economía fuerte, un nivel alto de empleo y un sistema de pensiones sostenible a la vez. Entonces, quizás hay que empezar el siglo XXI de la misma manera que se empezó nuestro querido siglo XX… |
