Finanzas a la velocidad de la luz: ¿Un trading más rápido es siempre mejor?30/09/2014 | Marius Zoican – Vox
Los avances tecnológicos en los mercados de valores se convirtieron en noticia a raíz del Flash Crash de mayo de 2010. Este artículo analiza las ventajas y desventajas del trading basado en los algoritmos de alta frecuencia. Las transacciones cada vez más rápidas no siempre mejoran la liquidez. Después de una mejora en velocidad en los mercados de valores nórdicos el beneficio declarado por los traders de alta frecuencia se incrementó un 32%. Pocas actividades hicieron un uso de ordenadores tan elevado como el trading. Progresivamente los ruidosos y caóticos cubículos han sido remplazados por silenciosas salas de ordenadores. Sin embargo las transacciones no son menos dinámicas. Un trader londinense puede comprar acciones en Frankfurt en solo 2,21 milisegundos. La luz solo necesita 2,12 milisegundos para viajar la misma distancia. ¡Bienvenidos a la era del trading algorítmico y de alta frecuencia! Hay un debate bastante caldeado acerca del trading de alta-frecuencia. Los que están a favor argumentan que en los pocos años desde que se inició el trading algorítmico la liquidez y la competencia mejoraron. Los que están en contra señalan que las estrategias de trading de alta-frecuencia provocan pérdidas para los inversores humanos. El libro Flash Boys de Michael Lewis (2014) es una buena descripción de este punto de vista. ¿Cómo afecta exactamente el trading de alta-frecuencia a los mercados? ¿Cómo pueden los investigadores y reguladores mejorar los mercados financieros del siglo 21? Los beneficios del trading algorítmico y del fast trading ¿Por qué los traders de alta-frecuencia son mejores en crear mercados? Sus algoritmos informatizados monitorean en tiempo real toda la información relevante para la transacción del valor: titulares informativos, cambios de demanda y oferta, o información relacionada al valor. Los traders de alta-frecuencia son capaces de incorporar esta ingente información en sus cuotas de precios más rápido que cualquiera. Dos ventajas surgen de esto. La primera es la mejora para descubrir precios – las cuotas de precios reflejan de manera clara toda la información disponible con retardos mínimos, como lo documentan Riordan y Storkenmaier (2012). La segunda es que un trader inteligente podría explotar la demora entre las noticias y los ajustes de precio para ganar un beneficio a cuenta del creador de mercado. El fast trading minimiza esta demora, así que el riesgo para el creador de mercado de alta-frecuencia es menor que para uno humano. Consecuentemente, los traders de alta-frecuencia son capaces de cobrar menores diferenciales. Los costes de trading son menores para todos (ver Hendershott et al. 2011). Los traders algorítmicos también promueven la competencia entre mercados. En el pasado los valores solo eran comercializados en un solo mercado. Tenía sentido – el tener a todos los potenciales compradores y vendedores en un solo lugar incrementaba la probabilidad de que encontraran a su contraparte. Un mercado tiene un monopolio natural y el poder de establecer comisiones altas. El trading algorítmico hace más fácil automatizar la búsqueda de la contraparte entre múltiples mercados (ver, e.g., Domowitz y Benn 1999 y Menkveld y Yueshen 2013). Los traders informatizados pueden tomar una posición de un vendedor en un mercado y transmitirla a un comprador en otro mercado. Ya no hay necesidad de que todos comercien en el mismo lugar. Bajo renovadas presiones competitivas los mercados disminuyen las comisiones. El coste del trading algorítmico y del fast trading ¿Los mercados más rápidos son siempre buenos? Para empezar a responder esta cuestión reconozcamos que la evidencia empírica muestra que los traders de alta-frecuencia se comportan a la vez como creadores de mercado y especuladores. Hagstromer y Norden (2013) documentan este tipo de especialización. Una mejora en velocidad de tan solo pocos microsegundos afecta directamente a los traders de alta-frecuencia, independientemente de su estrategia. Ya que la reacción humana es de cientos de milésimas de segundos, no afecta directamente a los traders humanos. En un mercado más rápido, los creadores de mercados de alta-frecuencia pueden actualizar sus cuotas más rápido con nueva información. Al mismo tiempo, los especuladores de alta-frecuencia reaccionan más rápido a las noticias. De manera incremental el mercado se convierte en un juego de suma-cero entre estos dos tipos, con los traders humanos siendo desplazados del mercado. Consecuentemente, en mercados con bajos tiempos de espera, es más probable que los creadores de mercados rápidos encuentren a especuladores rápidos. Cuando esto ocurre, los creadores de mercados están del lado de los perdedores; sufren una selección adversa. Para compensar el riesgo adicional los creadores de mercado necesitan aumentar el diferencial. Probamos empíricamente el mecanismo, utilizando una actualización de velocidad del Nasdaq-OMX de 2010 en tres países nórdicos: Suecia, Dinamarca y Finlandia. Primero la latencia de intercambio cayó de 2,5 a 0,25 milésimas de segundo. Después se les permitió a los traders conectarse a los servidores del mercado. Después de la actualización, el coste de la selección adversa y el beneficio en las cuotas emitidas por los creadores de mercados de alta-frecuencia aumentó sustancialmente. El coste de la selección adversa se más que quintuplicó, desde 0,39 puntos básicos hasta 2,50 puntos básicos. El beneficio efectivo también se incrementó un 32%. En este caso, un mercado más rápido llevó a una menor liquidez. Un reto de diseño de mercado Fuente: Voxeu. Artículo traducido por Finanzas para Mortales. |