Las claves para entender porque Argentina necesita 50.000 millones de dólares

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Ya se han recibido 15.000 millones de los 50.000 millones que el FMI prestará a Argentina. La primera entrega fue el pasado 20 de junio y el gobierno argentino tratará de solucionar los graves problemas de inflación que sufre el país, además de la inquietante devaluación de su moneda (peso argentino).

Una cuestión determinante es explicar cómo se ha llegado a esta situación. Argentina lleva décadas en crisis y la inestabilidad económica se ha convertido en normalidad. Según palabras del ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, “Acudimos al FMI para evitar una crisis”.

La nueva gota que colmó el vaso tuvo lugar a finales de marzo de este año, cuando el banco central de Argentina perdió más de 10.000 millones de dólares y el peso argentino acumuló una devaluación del 20% respecto al dólar. Esta mala situación financiera parecía difícil que empeorase. Sin embargo, la crisis interna no encontraba techo y la divisa argentina siguió devaluándose hasta llegar a su máximo de 29 pesos por 1 dólar a principios de julio.

Las condiciones del acuerdo implican un ajuste de las políticas económicas en Argentina. El FMI llevará a cabo un seguimiento de las metas cuantitativas, sobre todo del control de la inflación, y una verificación de las medidas implementadas. Entre las recomendaciones más importantes están la necesidad de una reforma laboral, la reducción de barreras proteccionistas y la apertura de determinados sectores a la inversión extranjera.

Devaluación Latinoamericana

En lo que va de año casi todas las economías de Latinoamérica han sufrido devaluaciones, aunque la de Argentina ha sido la mayor de todas, a excepción de Venezuela. Uno de los principales motivos se debió a la fuga de capitales (en dólares) a Estados Unidos.

En diciembre del año pasado la FED subió el tipo de interés de sus bonos y esto hizo más atractivo invertir en los bonos americanos. Por lo tanto, hubo menos dólares en el país, es decir, una menor oferta que incrementó el precio del dólar en Argentina. Asimismo, esa subida de los tipos de interés encareció el pago de la deuda en dólares.

Como contramedida, el gobierno de Macri elevó las tasas de interés de sus bonos un 40%, siendo la tasa más alta en bonos del mundo. La medida trató de incentivar las inversiones internas y evitar así una mayor fuga de divisas a otras economías más estables. Pero tal medida, dada la gran desconfianza internacional que hay en estos momentos sobre el devenir de la economía argentina, no ha proporcionado entrada de nuevo capital.

Otra variable que está mellando la capacidad financiera de los argentinos es inflación. A principios de 2018 se estimó que en ese año la inflación iba a ser del 15%, pero en abril ya había acumulado un 10%. «Vamos a tener un aumento de inflación», reconoció Dujovne. Los expertos apuntan a que el año finalizará con una subida del 30%. Es decir, el doble de los esperado. En 2017 la inflación fue del 25%.

Los datos del PIB de abril muestran que la economía se ha reducido un 1% en lo que va de año. Además, la deuda externa en dólares ha aumentado hasta los 253.000 millones. Hace 10 años era de 160.000 millones. Es decir, se ha incrementado en casi un 63%.

El mal momento financiero que está viviendo Argentina recuerda al conocido corralito que vivió a principios del siglo XX. En unos meses se verá si la inyección ha tornado en el beneficio esperado o si la situación se ha enquistado y necesita otro plan.

Autor: Daniel Moreno (1 agosto 2018)

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