Las perspectivas económicas de una Escocia independiente – Parte 2

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Las perspectivas económicas de una Escocia independiente – Parte 2

18/06/2014 | David C. Saha, Bruegel Think Tank

Costes de establecer un nuevo Estado
El gobierno del Reino Unido retó de manera directa al gobierno escocés para que diera sus estimaciones de los costes de poner en marcha una Escocia independiente, argumentando – basándose en estudios sobre Quebec – que los costes pudieran alcanzar hasta un 1% del PIB, lo que equivaldría a 600 libras por hogar y 1,5 mil millones en total. Utilizando estimaciones del Instituto para el Gobierno de la London School of Economics, los costes de poner en marcha un nuevo Departamento estarían alrededor de los 15 millones de libras, lo que sumaría hasta llegar a un total de 2,7 mil millones a pagar por los contribuyentes escoceses.

Patrick Dunleavy, cuya investigación sirvió para llegar a la cifra de 15 millones de libras por Departamento, encuentra que la aplicación de su estudio es desafortunada: los 15 millones a los que se refiere son para establecer departamentos en la escala de los de Whitehall (sede del gobierno británico), el “Rolls Royce de las máquinas administrativas”, mientras que soluciones más pequeñas son asequibles para Escocia. Tomando en cuenta el aumento de los actuales directorios ejecutivos escoceses, con RH y sistemas de TI, y la creación de cuatro ministerios adicionales (defensa, relaciones exteriores, finanzas y bienestar), Dunleavy calcula de manera muy general que los costes de establecer un gobierno escocés independiente pudiesen legar a los 150 o 200 millones de libras. El desmantelamiento de anticuados sistemas informáticos impositivos y de bienestar puede ser más costoso, pero la creación de nuevos sistemas también pudiese conllevar ganancias en eficiencia.

Robert Young argumenta que al implementarse la posible independencia de Escocia del Reino Unido algunos temas como la defensa nuclear y la moneda implicarían negociaciones difíciles, mientras que la división de las administraciones sería costosa debido a la necesidad de poner atención a los detalles.

Ingresos petroleros como un mayor determinante para las finanzas públicas escocesas
Gemma Tetlow se enfoca en las previsiones de dos estudios sobre los ingresos petroleros del Mar del Norte. Dependiendo si las previsiones de ingresos utilizadas son las de la Oficina para el responsabilidad Presupuestaria OBR (utilizado por el gobierno del Reino Unido) o la del propio gobierno escocés, más optimista, los ingresos petrolíferos del Mar del Norte llegarían al 1,7 por ciento (OBR) o 4,1 por ciento (gobierno escocés). Como las previsiones y cambios en la extracción petrolera han divergido en el pasado reciente, es difícil decir cuales cifras son correctas. Pero las finanzas públicas de un estado escocés serían altamente sensibles a los ingresos petroleros.

David Bell menciona que el volumen de producción de petróleo y gas del Mar del Norte ha caído agudamente en el pasado, con un declive gradual esperado para el futuro. Al mismo tiempo, los precios han aumentado en el pasado, pero se estabilizaron desde 2011. Sin embargo lo que se asume por el volumen y precio de la producción petrolera no explica del todo las visibles diferencias que hay entre las cifras escocesas y de la OBR para los ingresos petrolíferos. El gobierno escocés puede haber hecho cálculos más optimistas en el desarrollo de los costes, pero en el pasado los costes inflacionarios han sido un problema particular para los operadores – lo que son malas noticias para los ingresos fiscales, ya que los impuestos son cobrados una vez que los costes han sido cubiertos. Finalmente, la (menor) previsión de ingresoS petroleros de la OBR ha sido optimista comparada con los resultados del pasado.

Cuestiones sobre la divisa
Simon Wren-Lewis explora las consecuencias de la estrategia preferida por SNP para permanecer unidos a la libra esterlina. Mientras que el Banco de Inglaterra (BoE) pudiese continuar estableciendo las tasas de interés de acuerdo con el objetivo inflacionario para todos los que manejen la libra esterlina, manteniendo considerablemente bajos los costes escoceses de permanecer en la libra, es mucho menos probable que el BoE actuase como prestamista de último recurso para la deuda del gobierno escocés. Esto puede dar como resultado que el gobierno escocés se encuentre a sí mismo en desequilibrio con los altos premiums por intereses de su deuda, de manera similar a la periferia de la eurozona en años recientes. Hacer que el Reino Unido permita que el BoE actúe como prestamista de último recurso para Escocia puede, en caso de crisis, acompañarse con dañinas políticas fiscales y grandes restricciones en las que cree el Reino Unido, al igual que Alemania. Así que, después de todo, en lugar de aceptar dañinas restricciones fiscales, el nuevo gobierno escocés puede terminar con su propia moneda.

Angus Armstrong y Monique Ebell plantean algo similar. Ellos estiman que en la unión monetaria Escocia enfrentaría una tasa de interés por préstamos sobre su deuda a 10 años de entre un 0,72 y un 1,65 por ciento arriba de lo que paga el Reino Unido, lo que implicar
ía que el gobierno tendría que aplicar una estricta política fiscal: Escocia necesitaría tener un surplus primario del 3,1 por ciento para alcanzar el criterio de Maastricht del 60 por ciento de deuda sobre el PIB dentro de los primeros 10 años de independencia, lo que representaría un ajuste fiscal del 5,4 por ciento. Mientras más deuda herede Escocia más fuerte sería la necesidad de tener su propia moneda.

La primera parte del artículo está disponible aquí. Este artículo procede de la página web «Bruegel«. Puedes encontrar el artículo originalr en: “The economics of Scottish independence».

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