Los cerdos y los pollos salvarán la economía china

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Los cerdos y los pollos salvarán la economía china

02/02/2016 | Patti Waldmeir (Financial Times) – Financial Times Español

 

Los cerdos en el pueblo de Montaña Solitaria sólo beben agua de manantial. No hay puertas en sus corrales para que puedan entrar y salir cuando quieran. Comen solamente verduras orgánicas de temporada. Hace poco, cuando los visité, uno estaba tomando el sol en un charco de lodo, mientras que sus compañeros porcinos buscaban follaje silvestre o aspiraban el suelo de las montañas como parte de su régimen de salud.

Un poco más abajo de la colina, los pollos de Montaña Solitaria picoteaban maíz y rábanos chinos marchitos, mientras estaban pensando si hacer una incursión al exterior para atrapar algunos gusanos.
Estas aves de corral — que tuvieron la suerte de ser criadas en una parte remota de la provincia oriental de Anhui — no toman medicamentos para mantenerse saludables. No son engordadas rápidamente y respiran el aire saludable de Montaña Solitaria todo el día. Incluso las verduras tienen suerte: son fertilizadas con desechos de los cerdos y los pollos en lugar de productos químicos. Al igual que el ganado, solamente son regadas con agua de manantial.
Beijing cuenta con estos cerdos de clase media alta, pollos acomodados y verduras de lujo para enriquecer a la nación ahora que la «fabricación de aparatos» ya no es suficiente. Para combatir la desaceleración del crecimiento de China que ha puesto a temblar los mercados mundiales desde inicios del año, el partido comunista espera que las masas no sólo gasten, sino que mejoren sus gustos hasta un punto en el que compren más artículos de gran margen, como la carne de Montaña Solitaria.
A menudo se dice que China tiene una economía de doble vía — donde la fabricación está decayendo y el consumo y los servicios están fortaleciéndose — pero hay una división incluso dentro de la parte de la economía que depende del consumo, según Boston Consulting Group (BCG). Su informe pronostica que, para el año 2020, el 81 por ciento del crecimiento del consumo chino provendrá de hogares con ingresos disponibles anuales superiores a los 24.000 dólares, a los cuales BCG llama «clase media alta» o «acomodados». La consultoría espera que el número de estos hogares se duplique hasta los 100 millones en cuatro años. Se pronostica que abarquen el 30 por ciento de todos los hogares urbanos, en comparación con el 17 por ciento a finales del año pasado y un 7 por ciento en el año 2010.
A estas personas les gusta saber que sus cerdos están respirando un aire más limpio, y bebiendo un agua más limpia que incluso ellas mismas. Beijing ha contribuido sin darse cuenta a este mercado, facilitando la grave contaminación de los suelos y el agua continentales en su lucha por lograr la revolución industrial china, lo cual ha hecho de la seguridad alimentaria uno de los temas más importantes para los consumidores.
Y, ahora que cada vez más compradores tienen el dinero para evitar el efecto negativo de toda esa contaminación en sus alimentos, están cada vez más dispuestos a gastar dinero para lograrlo. En Taobao, el mercado online chino, el «cerdo negro» de granja de Montaña Solitaria cuesta aproximadamente un tercio más que el cerdo «blanco» normal en el mercado local de alimentos.
En vísperas del inicio este fin de semana del nuevo año lunar — el cual da inicio con la comida más importante del año, «nianyefan» o la cena de vísperas de año nuevo — las ventas de carne de cerdo negro de Montaña Solitaria se multiplicaron por docenas, según el agricultor Ah Tu, un experto en tecnología de la información quien divide a su tiempo entre Shanghái y su pueblo natal. Ahora hace grandes negocios en Taobao con los cerdos, pollos, cabras montesas, patos y otros animales criados en Montaña Solitaria.
Ah Tu no es su nombre real: es un apodo que ha elegido para combinar el carácter chino para la tierra con un prefijo que indica que es una persona campechana. En realidad no es tan rústico: durante los dos días que pasamos con él, estuvo constantemente negociando ofertas por los cerdos mediante sus dos teléfonos inteligentes, a veces a través de su auricular Bluetooth. Un empresario llamó para pedir 200 lotes de carne de cerdo negro para regalarles a sus empleados por el nuevo año lunar. Ah Tu dice que su mayor problema es matar a los cerdos con la rapidez necesaria para satisfacer la demanda.
Tiene la esperanza de atraer a más clientes hasta el pueblo de Montaña Solitaria para que conozcan de cerca los cerdos que están comprando. En el futuro, los clientes que compran en su tienda de Taobao sabrán el cumpleaños de su criatura elegida, cuándo fue sacrificada y lo que le gustaba desayunar.
Los bolsos de lujo pueden estar a la baja, pero a los cerdos de lujo les va muy bien. Tal vez eso sea lo que Beijing quiere decir con «la nueva normalidad«: un mundo en el que al menos los cerdos son saludables.

The pampered pigs and happy hens set to save China’s economy

02/02/2016 | Patti Waldmeir (Financial Times) – Financial Times English

 

The pigs in Lonely Mountain village drink only spring water. There are no doors on their pens so they can come and go as they please. They eat only seasonal organic vegetables. When I visited them recently, one was sunning herself in a patch of mud while her porcine mates foraged for wild foliage or inhaled mountain soil as part of their health regimen.

A little way down the hill, Lonely Mountain chickens were pecking at corn and wilted Chinese radishes as they contemplated a foray outside to nab some worms.
These fowl — fortunate enough to be raised in a remote part of the eastern province of Anhui — don’t take drugs to stay healthy. They aren’t fattened up at high speed and they breathe healthy Lonely Mountain air all day. Even the vegetables are lucky: they’re fertilised with waste from pigs and chickens rather than chemicals. Like the livestock, they are watered with spring water alone.
Beijing is counting on these upper middle class pigs, affluent chickens and upmarket veg to make the nation rich now that widget-making will no longer suffice. To combat the Chinese growth slowdown that has rattled world markets since the start of the year, the Communist party expects the masses not simply to spend but upgrade their tastes to a point where they are buying more high-margin items such as Lonely Mountain meat.
It’s often said that China has a two-track economy, where the old bit (manufacturing) is faltering and the new bit (consumption and services) is powering forth, but there’s a split even within the bit of the economy that relies on consumption, according to Boston Consulting Group. Its report forecasts that, by 2020, 81 per cent of Chinese consumption growth will come from households with annual disposable income higher than $24,000, which BCG calls “upper middle class” or “affluent”. The consultancy expects the number of such households to double to 100m within four years. They are forecast to comprise 30 per cent of all urban households, compared with 17 per cent at the end of last year and 7 per cent in 2010.
These are exactly the kind of people who like to know their pigs are breathing cleaner air, and drinking cleaner water, than they are themselves. Beijing has inadvertently contributed to this market by facilitating the grievous pollution of mainland soil and water in the pursuit of the Chinese industrial revolution, making food safety one of the most important issues for consumers.
And, now that ever more shoppers have the money to avoid the negative effect of all that pollution on their food, they are increasingly willing to drop a dime on doing so. On Taobao, the online Chinese marketplace, Lonely Mountain free range “black pork” fetches roughly a third more than normal “white” pork costs in the local food market.
In the run-up to this weekend’s start to lunar new year — which begins with the most important meal of the year, nianyefan or new year’s eve dinner — sales of Lonely Mountain black pork rose dozens of times over, says farmer Ah Tu, an IT expert who splits his time between Shanghai and his native village. He now does a roaring trade on Taobao in pigs, chickens, mountain goats, ducks and other animals raised in Lonely Mountain.
Ah Tu is not his real name: it’s a moniker he’s chosen to combine the Chinese character for earth with a prefix that suggests he’s a down-home kind of guy. He’s not as rustic as all that: during the two days we spent with him, he was constantly transacting pork deals on his two smartphones, sometimes via his Bluetooth headset. One entrepreneur called to arrange 200 lots of black pork to give to employees as a lunar new year gift. Ah Tu says his biggest problem is slaughtering pigs fast enough to keep up with demand.
He’s hoping to lure more of his customers up to Lonely Mountain village to get up close and personal with the pigs they’re buying. In future, customers shopping at his Taobao store will know the birthday of their chosen creature, when it was slaughtered and what it liked for breakfast.
Designer handbags may be flagging, but designer pigs? Maybe that’s what Beijing means by “the new normal”: a world where at least the hogs are healthy.

Copyright &copy «The Financial Times Limited«.
«FT» and «Financial Times» are trade marks of «The Financial Times Limited».
Translation for Finanzas para Mortales with the authorization of «Financial Times».
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