El gran profesor, maestro de economistas
Probablemente sea Samuelson el más conocido de todos los distinguidos con el premio Nobel de Economía (1970), ya que cualquier licenciado en Economía que se precie es muy posible que haya consultado el manual que escribió Samuelson. De su “Introducción al Análisis Económico”, editado por primera vez en 1948, se han vendido cuatro millones de ejemplares y se ha traducido a cuarenta idiomas. Sus setecientas páginas acercan al profano en la materia hasta los más variados problemas económicos.
Desde la escasez que obliga a elegir entre producir cañones o mantequilla, hasta las alternativas que nos conducen a las curvas de indiferencia, los ciclos, el multiplicador bancario, la estática comparativa, la oferta, la demanda, la competencia o los monopolios.
En 1983 amplió su manual con otras trescientas páginas para incorporar las nuevas tesis que se habían desarrollado durante los últimos treinta y cinco años. Porque Samuelson murió al pie del cañón, en 2009, y a sus 94 años todavía se permitía dar entrevistas o escribir alguna colaboración en su revista de siempre, el Newsweek, en la que publicó más de doscientos artículos. De él se ha dicho que había escrito sobre casi todo, pero que leer, lo había leído todo.
Se comenta que su célebre manual, “El Samuelson”, es consecuencia de su tesitura familiar. Después de sus tres hijos varones y tal vez con la esperanza de que llegase una niña, se encontró de golpe con la duplicación de sus vástagos con el nacimiento de trillizos; una circunstancia que le obligaba a realizar múltiples “economías”.
Su notoriedad hizo que cuando se instauró en 1969 el premio Nobel de Economía, y después de conceder el primero de ellos a los pioneros de la Econometría, el noruego Ragnar Frisch y el holandés Jan Tinbergen, al siguiente año todo el mundo tenía en la mente el nombre de Paul Anthony Samuelson.
Las aportaciones de Samuelson al mundo de la economía y de la política son muchas, pero para disfrutar de su magisterio, les sugiero que lean, o vuelvan a leer, la última versión de su “Introducción a la Economía”. Estoy seguro que no quedarán defraudados.
Se dice que Samuelson es el último keynesiano, o el primer postkeynesiano, pero en realidad lo que hizo fue realizar una síntesis entre la ortodoxia neoclásica y el intervencionismo estatal del keynesianismo. Como prueba de ello se puede aducir que siendo asesor del presidente Kennedy le aconsejó bajar los impuestos, algo que no pudo llevar a cabo el presidente asesinado en 1963, pero que sí realizó su sucesor Lyndon Johnson. A esta decisión se atribuye gran parte de la expansión americana de los años sesenta. Que un militante del partido demócrata americano aconseje reducir el gasto y bajar los impuestos no deja de ser una prueba de valentía y de independencia de criterio.
Samuelson nos descubre con un lenguaje asequible los conceptos económicos que utilizamos cada día. Porque igual que Monsieur Jourdain, el personaje de “el burgués gentilhombre” de Molière, que hablaba en prosa sin saberlo, también nosotros somos los protagonistas de una comedia, en la que actuamos económicamente sin ser conscientes de ello y demasiadas veces con escasa eficacia y con poco conocimiento del libreto.
Para conocer un poco más a fondo sobre cada uno de los galardonados recuerda que puedes consultarlo todo en el libro ‘Una corona de laurel naranja’ o entrando al siguiente blog.