En 2016, en Dinamarca, ya hay establecimientos que no están obligados a aceptar pagos en efectivo, es decir, solo aceptarán pagos con tarjeta o teléfono móvil (a través de una aplicación).
En concreto, afecta a aquellos productos no considerados como esenciales o sensibles, tales como tiendas de ropa, gasolineras y restaurantes.
De momento se excluyen comercios como farmacias, supermercados u oficinas de correos, pero sin duda el cambio marca una tendencia en lo que a medios de pago se refiere.
Este cambio se ha podido implementar sin quejas sensibles de la ciudadanía, ya que:
- Solamente un 25% de las compras totales del país se realizan en efectivo.
- La principal entidad financiera de Dinamarca ha desarrollado una exitosa aplicación de pago mediante el teléfono móvil.