No deberías preocuparte por eso. Normalmente los bancos ayudan a gestionar todos los trámites y financian los gastos de cancelación de la anterior y de constitución de la nueva. Ten en cuenta que hay tres tipos de gastos: comisión de cancelación de la hipoteca, notaría e impuestos y registro y gestoría. También es posible que no necesites cancelar tu hipoteca, sino que se subrogue con el nuevo banco. En este caso y de acuerdo con la Ley, se subroga con las mismas condiciones de cantidad y plazos de su hipoteca actual.
