ACTIVO FINANCIERO

Hablar de un activo financiero es hablar de cualquier valor negociable que se pueda comprar y vender. Este valor da derecho a una participación o inversión en el capital de una empresa, en forma de préstamo, letras del tesoro, bonos, obligaciones o pagarés, o de participación en la sociedad (acciones).

Por tanto, un activo financiero es un derecho del titular que posee el activo, a recibir de un emisor flujos futuros de efectivo. El documento, al igual que derechos, otorga también obligaciones:

  • Por parte del emisor (persona que emite o «vende» el documento) genera la obligación de cumplir con una promesa de pago del importe pactado.
  • Por parte del tenedor (persona que compró el documento) genera un derecho a recibir esos pagos.

El concepto de activo financiero, está asociado a dos conceptos fundamentales en finanzas: beneficio o rendimiento y riesgo.

El poseedor de un activo busca naturalmente beneficios para sí mismo, y corre ciertos riesgos tales como la pérdida de los intereses o incluso del capital invertido, en el caso de que las cosas no vayan todo lo bien que se esperaba.
Los activos financieros son generalmente de dos tipos:

  1. Acciones, o parte del capital de una empresa.
  2. Títulos de deuda (bonos del gobierno y del sector privado).

Una de las características más importantes de los activos financieros es que permiten de alguna manera no concentrar el riesgo en un sólo tipo de inversiones de activos fijos. Aquella persona que posee dinero disponible, puede tener sin dificultad diversificada su propia actividad con la compra de otros activos financieros, y en definitiva, diversificando también el riesgo de sus propios negocios en general. Mantiene su negocio principal, agregando la posibilidad de tener otros ingresos por otras actividades comerciales o financieras.