AHORRO

Es la cantidad de dinero que nos queda disponible después de pagar todos los gastos.

Ahorro = Ingresos – Gastos.

Intenta vivir con el 90% de tus ingresos como máximo, para aproximarte a conseguir un pequeño ahorro cada mes.

Claves para ahorrar:

  1. Proponte un objetivo que pueda ser real para mejorar el resultado de tu presupuesto. (Recuerda que lo recomendable es elaborar un presupuesto mensual, algunas aplicaciones de la banca online te muestran una idea aproximada de tu presupuesto, puedes aprovecharlo pero debes hacerlo lo más detallado posible).
  2. Siempre es recomendable destinar una cantidad mensual al ahorro, pero no siempre es posible, sólo si conseguimos que el resultado del presupuesto sea superávit. Sin embargo, es importante tenerlo en cuenta.
  3. Compara precios y busca ofertas.
  4. Evita las compras por impulso (casi nunca son de cosas necesarias), tenlo en cuenta también si compras de forma online.
  5. Procura realizar un consumo responsable e inteligente.
  6. Ten mucho cuidado con el endeudamiento.

Podemos distinguir entre el ahorro real y el ahorro financiero:

El primero engloba todo el ahorro que se reserva para el futuro. El segundo se refiere al que se realiza mediante productos financieros para ahorrar: como pueden ser depósitos, bonos, títulos, cuentas a la vista remuneradas…

Se denomina «Ahorro forzoso» cuando el ahorro no es voluntario. Puede darse cuando el consumo disminuye porque no hay donde comprar, no hay existencia de bienes, o son demasiado caros, o bien cuando la persona no dispone del dinero por tenerlo retenido.

También hay que distinguir entre el ahorro público y el ahorro privado:

– Ahorro privado: es aquel que realizan los individuos, las familias, las empresas, etc.

– Ahorro público: es el que realiza el Estado. Los ingresos obtenidos por el Estado se destinan a pagar los gastos de las distintas partidas presupuestarias, como los ministerios, la Seguridad Social, la Deuda pública, etc. Si el gasto del Estado es inferior a los ingresos, la situación será de superávit fiscal y el ahorro será posible. Si, por el contrario, el Estado tiene más gastos que ingresos la situación será de déficit, y por supuesto el ahorro inexistente.