La «maquina» que las entidades bancarias sitúan en determinados lugares públicos para que los clientes (de su entidad o de otras), puedan sacar dinero en efectivo, ingresarlo, o realizar consultas, transferencias, u otros movimientos a través de sus cuentas, es lo que conocemos como cajero automático.
Hasta hace poco tiempo, era necesaria una tarjeta bancaria para llevar a cabo cualquier operación en cajeros, pero actualmente se puede operar con o sin tarjeta (no para todas las operaciones), y también con el móvil, algo que da cuenta del avance de la digitalización y la implantación generalizada de la banca online.
Operaciones con tarjeta: sacar dinero, consultar el saldo, cambiar el código pin, ingresar dinero (ya sea en tu cuenta bancaria o en la de otra persona), y pagar recibos o impuestos en efectivo o con tarjeta, entre otras.
Operaciones sin tarjeta: ingresar en efectivo, ingresar en cuentas juzgadas, sacar dinero (con código QR), pagar recibos, impuestos, cuotas, y realizar pagos de empresas con código QR.
Lo recomendable es utilizar aquellos cajeros de nuestra entidad. Si acudimos a un cajero de otro banco, es probable que nos cobren una comisión por utilizar sus servicios. Generalmente, los propios terminales nos informan de las diferentes comisiones que conllevan cada una de las operaciones.
La ventaja que ofrecen estos terminales es que están disponibles las 24 horas del día, los 365 días del año, y suelen situarse en lugares concurridos.
En España, hasta hace pocos años, los cajeros automáticos estaban gestionados por tres redes principales que se unificaron: Servired, Telebanco 4B y Euro 6000. Llegaron a existir unos 50.000 cajeros automáticos, pero el número de cajeros distribuidos por la geografía española viene descendiendo en la última década, cuestión que unida al cierre de muchas oficinas, ha dificultado el acceso a las entidades bancarias sobre todo en algunas zonas rurales.
Una de las soluciones a este problema, además de fomentar la digitalización en estas áreas, ha sido el convenio firmado por parte de muchas entidades con Correos, que ha dado como fruto el servicio Correos Cash.