Se llama coste al sacrificio, medido en dinero (euros), de lo que entregamos a cambio de algo que necesitamos. Normalmente se utiliza en términos generales como “el coste de la vida” o “el coste energético”.
En la vida diaria se utilizan coste y gasto como sinónimos, pero hay que dejar claro que cuando nos referimos a la actividad de una empresa, son términos diferentes. Por tanto, el coste (en una empresa) es el total del importe monetario que se ha destinado para producir un producto o servicio, incluyéndose los medios de producción usados, materias primas, mano de obra, etc.
Para diferenciar
gasto y
coste dentro de una
empresa. El
gasto se produce en el momento en que se adquiere algo (es decir cuando tienes que pagar), y el
coste es cuando se consume (por ejemplo, los kilos de azúcar que se utilizan para fabricar los caramelos). En el caso de que estuviéramos hablando de un hogar, el
gasto se produciría cuando se hace la
compra semanal de los alimentos, y el
consumo (
coste) se produce a lo largo de la semana a medida que se
van utilizando esos alimentos para preparar la comida.
En Latinoamérica, al
coste se le suele llamar
costo.
Los
costes se pueden clasificar atendiendo a diversos criterios, dividiéndose en los siguientes en el caso de que estemos hablando de
empresas o
autónomos:
- Según su origen:
- Materias primas.
- Mano de obra.
- Servicios exteriores.
- Costes financieros.
- Costes de amortización.
- Según su imputación en la actividad:
- Según el área donde se consume, son costes de:
- Según su relación con la actividad productiva:
El cálculo de los costes es algo fundamental tanto para las empresas como para las familias.
En el caso de una
empresa es imprescindible para conseguir una buena gestión, de tal manera que sirve para determinar el nivel de
rentabilidad de las actividades corrientes. En el caso de las familias, esta gestión facilitará conseguir
ahorros.
Existe una relación económica directa entre el
coste y la cantidad de
bienes y
servicios producidos. Esto se conoce como
coste marginal, y determina la
tasa de variación del
coste en función de la variación de la producción. Normalmente, esta expresión se suele referir a incrementos unitarios de la producción, de tal forma que el
coste marginal sería la variación del
coste de producción al incrementar en una unidad la cantidad producida.