CUENTA BANCARIA

Las cuentas bancarias son productos financieros, formalizados mediante contrato, que sirven para ingresar, transferir, o recibir dinero, principalmente.

Cuando tienes una cuenta bancaria con el objetivo principal de ahorrar, es común entenderla como una “hucha virtual”, pero su utilidad va mucho más allá:

Efectivamente, podrás depositar tus ahorros e incluso adquirir productos de ahorro, pero también te servirá para domiciliar recibos, disponer de tarjetas bancarias, de débito y de crédito en función de tu situación económica, solicitar préstamos, comprar acciones, o utilizar la banca online, entre otras muchas cuestiones.

Existen diferentes tipos de cuentas bancarias, con diferentes características, pero las principales son las Cuentas Corrientes, conocidas también como cuentas o depósitos a la vista. Su saldo siempre está disponible y podrás disponer de tarjetas asociadas.

Las Cuentas Corrientes pueden abrirse por personas físicas o jurídicas, y pueden ser individuales o colectivas, ya que no necesariamente han de estar asociadas a un único titular. Existe la posibilidad de que sean varios titulares, y en estos casos se clasifican en dos tipos:

– Cuentas Mancomunadas o Conjuntas: es necesario que todos los titulares autoricen los diferentes movimientos.

– Cuentas Solidarias o Indistintas: cualquiera de los titulares pueden llevar a cabo las operaciones sin necesitar autorización del resto.

En España antiguamente se utilizaba el CCC: Código Cuenta Cliente, como identificador de las cuentas bancarias. En la actualidad, todas las cuentas de Europa son identificadas por un código internacional llamado IBAN, que consta de 24 dígitos y facilita el tratamiento y la protección automatizada de los datos.