Una entidad financiera es una institución que realiza operaciones de intermediación financiera.
Los principales tipos de entidades financieras son: los bancos, las cajas de ahorros, las cooperativas de crédito, los establecimientos financieros de crédito, y las entidades aseguradoras o compañías de seguros.
Los servicios de intermediación ofrecidos por las entidades financieras se basan principalmente en:
- la concesión de préstamos y créditos,
- la negociación de efectivos comerciales,
- la inversión de capitales,
- el aseguramiento (la venta de seguros),
- la captación de fondos (operaciones pasivas) y la posterior colocación de dichos fondos (operaciones activas), obteniendo un beneficio por el spread o margen (diferencia entre el tipo de interés al que pide y presta dinero).
Dicho de otro modo, muchos de los instrumentos que consumimos buena parte de la sociedad en algunos momentos de nuestras vidas son instrumentos financieros que nos ofrecen estas entidades, por ejemplo los préstamos, créditos, descuentos de títulos de créditos no vencidos o letras de cambio, garantías o refinanciamiento, hipotecas, leasing, etc.
Por otro lado, las entidades financieras también obtienen beneficios por las comisiones en servicios de operaciones neutras. Las principales comisiones gravan los medios de pago; tarjetas, cheques, transferencias, adeudo por domiciliación, etc.
Desde hace ya algunos años, las entidades financieras europeas y estadounidenses se están viendo obligadas a reestructurarse. El aumento de los impagos en épocas de crisis (riesgo de crédito), la reducción del valor de la cartera de negociación (riesgo de mercado), junto a la falta de liquidez (riesgo de liquidez), entre otros, ha obligado a una recapitalización de las entidades financieras.
