La Seguridad Social es un organismo público a través del cual es Estado facilita servicios y ayudas a la población.
Como ejemplos, forman parte de la Seguridad Social los servicios sanitarios (centros de salud y hospitales públicos), y las ayudas económicas (bajas o prestaciones por enfermedad, desempleo, maternidad, y jubilación, entre otras).
Los fondos de la Seguridad Social proceden de las aportaciones de los trabajadores (asalariados y autónomos), y de las empresas, habitualmente en forma de tributos.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), define a la Seguridad Social como: «La protección que la sociedad proporciona a sus miembros mediante una serie de medidas públicas, contra las privaciones económicas y sociales que, de no ser así, ocasionarían la desaparición o una fuerte reducción de los ingresos por causa de enfermedad, maternidad, accidente de trabajo, o enfermedad laboral, desempleo, invalidez, vejez y muerte; y también la protección en forma de asistencia médica y de ayuda a las familias con hijos».
La Seguridad Social obtiene financiación mediante:
– Los ingresos de empresas y trabajadores por medio de las cotizaciones.
– La gestión de las cuentas con las diferentes Mutuas de Trabajo y Accidentes.
– Los ingresos de la partida correspondiente a los Presupuestos Generales del Estado.
– Los ingresos patrimoniales y financieros del propio ente.
En cuanto a los gastos que asume, la mayor partida corresponde a los gastos en prestaciones sociales, tales como pensiones o bajas laborales.