¿Cuánto nos gastamos en nuestros deportistas?

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¿Cuánto nos gastamos en nuestros deportistas?

11/09/2013 | FxM – Nacho Sainz-Ezquerra

Hace unas semanas, publicamos un editorial relacionado con las becas universitarias llamado «BECAS EN EL MUNDO: ¿Es mejor la que no tengo?» Pero existen otro tipo de becas, y una de ellas son las becas para deportistas, ¿cómo funcionan? ¿en qué consisten? ¿existen diferencias con otros países?

Este tipo de becas van destinadas a deportistas de alto nivel, que son aquellos que practican un deporte que resulta de interés para el país, debido a que supone el fomento del deporte base y sirve como representación de España en pruebas y competiciones deportivas oficiales a nivel internacional, tal y como lo define el propio Consejo Superior de Deportes (CSD). Por tanto, los deportistas de alto rendimiento son aquellos, que entre otros requisitos, han sido elegidos por las diversas federaciones deportivas para representar a España, o bien por las comunidades autónomas.

Claro está, que implícitamente entre estos requisitos se encuentra el obtener resultados deportivos. En el caso de las ayudas de concede el CSD, van relacionadas con los Campeonatos del Mundo y de Europa oficiales. Sólo podrán optar a estas ayudas aquellos que hayan quedado entre los 3 primeros puestos.

Buceando por el Boletín Oficial del Estado, resulta curioso encontrar que entre las limitaciones a la obtención de estas becas, está la que dice que se le retirarán tales ayudas cuando el deportista cambie su residencia fiscal a un paraíso fiscal. Tampoco podrán obtener dichas becas, o se les retirarán a aquellos deportistas que hayan sido condenados por dopaje. En estos casos deberán devolver el importe de las mismas.

En cuanto a la cuantía de las diferentes becas, sirvan de ejemplo las siguientes cifras. En el caso de tratarse de campeonatos del mundo, europeos u olimpiadas, el haber conseguido un oro en una categoría absoluta en una prueba individual supone unos 12.000 euros, siendo 9.000 euros para el segundo puesto y 6.600 euros para el tercero. En el caso de no sean pruebas olímpicas, esas mismas cifras se reducen a 4.800 euros, 3.600 euros y 2.400 euros respectivamente.

El año pasado las cuantías totales a las becas del plan ADO (Ayuda al Deporte Olímpico) ascendieron a 6,2 millones de euros, destinados a un total de 341 deportistas, por lo que si hacemos una media, cada deportista recibe algo más de 18.000 euros.

Aparte de este tipo de becas, están las becas de deportistas de alto nivel, en donde aquí se encuentran becados un total de 4.257 deportistas. Éstas se refieren a aquellos deportistas que no necesariamente tienen la posibilidad de acudir a unas olimpiadas.

Luego están las becas en centros deportivos. En este caso se les permite a los diferentes deportistas concentrarse en los diferentes centros distribuidos por toda la geografía española, en donde las instalaciones disponen de todos los recursos necesarios para entrenarse en las mejores condiciones posibles. En total hay casi 780 deportistas distribuidos por la geografía española.

Dejando a un lado las ayudas y las posibilidades que permite España, son muchos los deportistas que ven como una opción irse a entrenar fuera, compaginando sus estudios con su dedicación al deporte, concretamente a Estados Unidos. De hecho, este año académico que va a comenzar, un total de 350 jóvenes deportistas van a irse a estudiar allí.

Los requisitos para poder acceder a estas becas son muy exigentes. Ahora bien, en algunas ocasiones los propios deportistas son los que tienen que elegir entre las diferentes ofertas de las diversas universidades porque finalmente las elijan. Porque, ¿qué universidad no quisiera tener entre sus alumnos a un Michael Phelps, Pau Gassol o cualquier otro? Es un prestigio para estas instituciones académicas poder “fardar” de que estos increíbles deportistas se encuentran estudiando en sus aulas.

Una carrera universitaria en estos centros puede llegar a costar unos 42.000 euros. En estos casos las universidades llegan a aportar el 100% lo que puede suponer el 80% del gasto.

Es tal la importancia que tiene allí el deporte y la universidad de forma conjunta, que sirva como ejemplo que la universidad de Georgia cuenta con un presupuesto deportivo de 70 millones de euros, mientras que el del Consejo Superior de Deportes Español es de 35 millones.

Anualmente en EE.UU. se conceden aproximadamente unas 175.000 becas de 35 modalidades deportivas diferentes, en donde la mayoría de ellas se asignan a estudiantes internacionales. La cuantía de la beca va relacionada con el nivel deportivo del alumno.

En estos casos las universidades les diseñan unos programas académicos acordes a sus necesidades.

Parece que todos nos sentimos orgullosos de nuestros deportistas olímpicos cuando ganan títulos, pero todos esos logros requieren de gran esfuerzo, en muchas ocasiones económico. En tales casos las ayudas que se les facilitan se convierten en inversiones, pero ¿qué ocurre cuando no se consiguen los objetivos fijados? ¿Estamos ante una pérdida? La inversión en el deporte es una inversión a largo plazo. No podemos pretender que salgan buenos deportistas de la noche a la mañana.

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