¿Acabarán las apps financieras con los bancos?

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Hace varios años que los bancos apostaron por las nuevas tecnologías desarrollando la banca online. Con la expansión de los smartphones, muchas personas acceden a Internet a través del móvil lo que les permite estar conectados las 24 horas del día. Esta posibilidad ha abierto un nuevo horizonte para los bancos que, aprovechado el boom, han desarrollado aplicaciones (apps) que permiten a los clientes acceder a sus cuentas y realizar numerosas operaciones sin acudir a la oficina. Es la banca móvil que, en España, ya es utilizada por más del 25% de los clientes financieros (unos 10 millones de personas). Las ventajas parecen obvias: gestiones más eficientes, ahorro de tiempo e inmediatez. En el mundo, 800 millones de personas utilizan la banca móvil y se espera que, en tres años, la cifra llegue a los 1.750 millones según el estudio “Mobile & Online Banking: Developed & Developing Market Strategies 2014-2019” realizado por la consultora británica Juniper Research.

La inversión en el desarrollo de tecnologías financieras, lo que se conoce por fintech (finance+technology), crece a un ritmo vertiginoso en todo el mundo: en 2014, la inversión mundial en empresas fintech se triplicó respecto al año anterior, llegando a los 12.200 millones de dólares. Según un estudio de la empresa Accenture, una parte muy importante de estas inversiones se sitúan en Estados Unidos, pero destaca que Europa es el mercado donde más crecen este tipo de inversiones, con un aumento de un 215% en 2014 respecto al año anterior, lo que representan unos 1.275 millones de euros. El objetivo del fintech es crear servicios financieros más eficaces y menos costosos.

Recientemente, el pasado 3 de octubre, hemos sido testigos de la puesta en marcha de Bizum, un servicio de pagos por móvil entre particulares en tiempo real, impulsado por los principales bancos españoles. De momento, se han unido los 16 más importantes (Banco Santander, BBVA, Caixa Bank, Bnakintes, Liberbank, etc.) pero está previsto que se sumen varios más, hasta un total de 34 entidades. Tan solo es necesario darse de alta en el banco para que vinculen el número de cuenta con el número de móvil y descargar la app en el teléfono. A partir de ahí, cualquier persona puede traspasar dinero o solicitar un pago a otra persona que también tenga la aplicación, simplemente eligiéndola en la lista de contactos o marcando su número de teléfono. Resulta ideal para amigos que comparten gastos de viajes, regalos de cumpleaños, cenas o espectáculos.

Bizum es inmediato y universal y supone un avance importantísimo en las transacciones entre cuentas de particulares ya que permite realizar y solicitar pagos con tan sólo conocer el número de móvil de la otra persona. Nace como un servicio gratuito, aunque es posible que, a medida que se extienda su uso, los bancos lleguen a cobrarlo, dependiendo de las cantidades que se traspasen. El objetivo de Bizum para los próximos cinco años es llegar a los 10 millones de usuarios -que son los que, actualmente, utilizan aplicaciones bancarias en España frecuentemente- y alcanzar los 1.000 millones de operaciones con un importe de unos 30.000 millones de euros.

El proyecto Bizum (nombre comercial de la Sociedad de Procedimientos de pago, constituida el pasado mes de junio y participado por 27 entidades bancarias) ya es una realidad y nace con el objetivo de hacer frente a otro servicio, el pago por móvil, desarrollado por varias empresas tecnológicas (los gigantes de Internet, los fabricantes de los teléfonos y las operadoras entre otros), un servicio que, por cierto, Bizum tiene previsto incorporar para pagos de compras online y en comercios.

En el mercado internacional, varios bancos han creado sus propias plataformas de banca online con sus correspondientes apps a través de las cuales ofrecen diversos servicios financieros (abrir o gestionar cuentas, realizar transferencias, solicitar préstamos, invertir) y dirigidas única y exclusivamente a usuarios de Internet. Las más conocidas son Fintonic (una aplicación de consulta que opera con bancos españoles y chilenos), las alemanas Fidor Bank (con la peculiaridad de generar diálogo entre usuarios y de la que se rumorea que entrará en España de la mano de Telefónica) y Number 16, o las estadounidenses Go Bank, Moven y Simple (adquirida por BBVA hace dos años)

Sí, efectivamente, el sector financiero ha descubierto las tecnologías móviles: son una oportunidad para acercarse al cliente, mejorar su diferenciación respecto a la competencia, ahorrar costes y subirse al carro de la modernidad. De ahí la insaciable carrera hacia el desarrollo de todo este tipo de aplicaciones. Ya en 2012, la red profesional para desarrolladores de software de IBM vaticinaba que, en apenas tres años, el volumen de apps superaría al del resto de plataformas, y que el número de usuarios de banca móvil crecería casi un 60%, hasta alcanzar la cifra de 895 millones de usuarios.

Bill Gates lo vislumbró en 1994, al decir que «la banca es esencial, pero los bancos no». El futuro de los servicios financieros ya ha llegado, pero, como vaticinan algunos expertos, aún queda mucho por hacer. El principal reto ya no es tanto desarrollar aplicaciones, sino garantizar la seguridad en las transacciones de todos esos millones de usuarios, evitar los fraudes y la suplantación de identidades para evitar sustos terribles.

Autora: Elvira Calvo (20 octubre 2016)

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