La Nómina: una herramienta que te abre muchas puertas

Nómina

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¡Hola de nuevo Mortales! 

Seguro que, al menos, tendréis alguna ligera idea de lo que es una nómina, pero ¿domináis en detalle cada concepto que compone este documento?, ¿sabéis a donde va dirigido esa parte de nuestro sueldo bruto que no llega a nosotros?, ¿conocéis qué podéis conseguir con vuestra nómina? 

Esto y mucho más es lo que vamos a ver a continuación, ¡no paréis de leer! 

Empecemos por el principio, ¿qué es la nómina? 

La nómina es un documento formal, por tanto, es un documento que tiene que seguir una serie de guías de estilo y requisitos mínimos que debe contemplar. La empresa está obligada a hacernos llegar este documento porque es la formalización documental de qué trabajo hemos realizado y cuánto estamos cobrando por ese trabajo. 

Este documento es útil para nosotros, como empleados, para conocer los componentes de nuestro salario. También sirve a las empresas como un registro de costes salariales, de las contribuciones que realizan en nombre de sus empleados a la Seguridad Social o de las retenciones que les practican de IRPF, entre otros datos. 

No sólo la empresa tiene que hacer disponer la nómina de cada mes y en pocos días después de que se haya generado el periodo de cobro a sus empleados, sino que además es muy importante que nosotros llevemos un adecuado registro de estas nóminas. Es decir, que vayamos guardando estos documentos porque podemos necesitarlos en algún momento. 

Algunos casos en los que podremos necesitar tener estos documentos a mano son, por ejemplo, en el caso de que Hacienda nos haga una inspección sobre lo que hemos ganado, o también para solicitar financiación. Si una institución financiera está interesada en concedernos un préstamo, es muy habitual que nos pidan una prueba de generación de ingresos de los últimos meses. 

 

Partes de una nómina 

En una nómina nos encontramos con tres partes principales: 

 

  • Datos identificativos de la empresa y del trabajador. Tal y como sucede con las facturas, en esta parte de la nómina tendremos quién es la empresa que emite la nómina y para qué trabajador se emite. Por tanto, aquí nos encontramos con los datos legales y fiscales de la empresa y del trabajador. Para ello, cuando nos incorporamos a una empresa, nos van a pedir rellenar un modelo de datos al pagador en el cual vamos a proporcionar nuestra situación civil, nuestro DNI y nuestro número de afiliación a la Seguridad Social, es decir, todo lo necesario para identificarnos frente a la administración. 

 

No está de más el verificar que cuando nos emitan una nómina estos datos estén correctamente escritos. Si los datos tienen algún fallo, por ejemplo, en el en el código de cotización, quizás la empresa puede estar haciendo las contribuciones al empleado que no debe o a una cuenta que no existe. Lógicamente, existen mecanismos para evitar este tipo de situaciones, pero siempre es una buena práctica revisar que todo está correcto. En el caso de encontrar algún error, debemos comunicarlo a la empresa para solucionarlo lo antes posible. 

 

  • Detalle de las cotizaciones a la Seguridad Social. En la nómina se detalla qué contribución a la Seguridad Social corresponde según el salario y la base de cotización. Es decir, cuál va a ser la aportación a este mecanismo de protección, que es la Seguridad Social, tanto por parte del trabajador como por parte de la empresa. Estas contribuciones son obligatorias, el trabajador contribuye mediante la deducción en su nómina, mientras que la empresa paga un coste adicional aparte del salario. 

 

  • Detalle de pagos y descuentos. En esta sección de la nómina es donde podremos observar qué es lo que estamos ganando por los diferentes conceptos de nuestro trabajo y, por otro lado, qué cantidades se nos sustraen del sueldo y a dónde va dirigido. Primero, se desglosan de forma separada las retribuciones y las deducciones según su naturaleza, para que el trabajador comprenda qué compone su salario. Por último, se indica cuál será la cantidad líquida que efectivamente ingresará el trabajador. 

 

  • Retribuciones. El primer elemento de las retribuciones es conocido como salario base, que procede bien de la negociación colectiva, en la que por convenio se fija un precio por hora o un precio por el trabajo mensual, o bien, de la propia ley, como ocurre en el caso del sueldo mínimo. Adicionalmente, existen otros complementos en forma de retribución, como son los trienios, las mejoras voluntarias, pluses o retribuciones de carácter variable, entre otros.  

 

Incluso, existen otras retribuciones no dinerarias, llamadas en especie, que consisten en la provisión de servicios o el disfrute de bienes a coste de la empresa. Ejemplos de retribuciones en especie son tickets o tarjetas restaurante, tarjetas de transporte público, descuentos en seguros de salud o en guarderías, entre otros. Generalmente, las retribuciones en especie permiten a los trabajadores reducir su carga fiscal y, al mismo tiempo, son gastos deducibles para la empresa; por lo que son beneficiosas para ambas partes. 

 

  • Deducciones. En la parte de deducciones de la nómina nos encontramos, por un lado, con las retenciones de IRPF. Suponen una parte del salario que la empresa no liquida al trabajador para hacérselo llegar a la Agencia Tributaria en concepto de pago adelantado de IRPF. Como explicábamos en nuestro reciente post de IRPF, ¿me puedo librar de declarar? la empresa actúa como recaudadora de este impuesto en nombre del empleado. 

 

Por otro lado, nos encontramos con las contribuciones a la Seguridad Social. Funcionan de una forma bastante similar a las retenciones de IRPF. El trabajador debe aportar cada mes una cantidad a este mecanismo y, de nuevo, la empresa actúa como recaudadora, es decir, no nos paga esta parte del sueldo para hacerla llegar directamente al Estado mediante este mecanismo de retención. 

También podemos encontrar en esta parte de la nómina otros gastos que se nos deducen de nuestro sueldo. Se trata de una serie de servicios ofrecidos por la empresa que el trabajador puede disfrutar, y cuyo coste se liquida mensualmente en la propia nómina. No debemos confundir estos otros gastos con las retribuciones en especie, ya que en este caso se trata de servicios opcionales que la empresa puede ofrecer a los empleados y que tienen un coste. Por ejemplo, una plaza de garaje. 

Mecanismo de protección de la Seguridad Social 

Hemos mencionado en más de una ocasión el sistema de previsión de la Seguridad Social, por lo que para que lo entendamos mejor, vamos a explicarlo brevemente. 

El sistema de la Seguridad Social en España es un mecanismo de protección cuyo objetivo es garantizar una serie de servicios mínimos a toda la población, tanto población activa como población no activa, por ejemplo, jubilados o niños. 

A través de estas cotizaciones, los trabajadores en activo sostienen los costes de los sistemas de Previsión Social (pensiones, ayudas, etc.), basados en un principio de solidaridad nacional e intergeneracional. 

 

Como puede verse en esta infografía, la población activa, la que genera riqueza con su actividad laboral, y también las empresas con las inversiones que realizan y la actividad que crean, dedican parte de la rentas que generan a sufragar costes de otra parte de la población que no puede hacer frente por sí mismas a sus gastos, por lo que necesita de parte de esta renta generada por otros agentes económicos para poder llevar a cabo una vida digna y adecuada al Estado del bienestar que queremos mantener. 

Entonces, a través de nuestras contribuciones al Estado pagamos, por ejemplo, las jubilaciones de nuestros mayores, la asistencia sanitaria pública y las prestaciones de desempleo de aquellas personas que están buscando trabajo y cumplen las condiciones para percibir esta prestación. 

En resumen, el funcionamiento del sistema fiscal español se basa en la redistribución de la riqueza para que todos vivamos con unos buenos estándares de vida, de ahí el famoso nombre de Estado del bienestar. 

¿Qué otras utilidades da una nómina? 

Como ya comentábamos antes, nuestras nóminas pueden ser la llave para acceder a un préstamo. Las nóminas son una herramienta importante para que las entidades financieras verifiquen nuestra capacidad de pago y evalúen si tenemos un historial de ingresos estables y consistentes. La cantidad que podemos solicitar prestada también puede depender de nuestros ingresos mensuales. 

Por otro lado, domiciliar la nómina en el banco puede traer consigo varias ventajas y servicios adicionales. Algunas de las ventajas y servicios más comunes que los bancos ofrecen a sus clientes al domiciliar la nómina son: 

  • Bonificaciones. Al domiciliar la nómina o pensión, algunos bancos ofrecen una bonificación, es decir, un ingreso directo de una cantidad de dinero. 
  • Anticipo de nómina. Algunos bancos ofrecen la posibilidad de adelantar el cobro de tu nómina, lo cual puede ser especialmente útil en situaciones de apuro económico. 
  • Acceso a productos financieros. Puedes acceder a mejores tasas de interés en préstamos y créditos, así como a condiciones más favorables en hipotecas. 
  • Cuentas sin comisiones. Muchos bancos eximen de comisiones de mantenimiento y administración a las cuentas donde se domicilian las nóminas. 

 

Seguro que tras lo expuesto aquí conoces mucho mejor por qué cada mes entra en tu cuenta lo que entra y, sobre todo, sabes cómo leer ese mágico documento que es la nómina para ver cómo tu salario se transforma en tus ingresos. Y, ya sabes, desata el poder de la nómina para sacar el mejor rédito en tu relación con los bancos. 

¡Hasta pronto, Mortales! 

Prof. Julián Óscar Hernández Florindo 

Doctor en Economía de la Empresa y Finanzas 

Formador en Finanzas para Mortales

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