Las commodities explicadas: la cobertura ante la volatilidad del petróleo
03/03/2015 | Gregory Meyer – Financial Times Español
La caída en los precios del petróleo ha complicado el balance de las empresas extractoras de petróleo y reducido los costes de las aerolíneas. Una manera que tienen las empresas para administrar los riesgos de los vaivenes en los mercados de commodities es a través de las coberturas.
¿Y qué es exactamente una cobertura? Sin bromas tontas sobre repostería, por favor. Una cobertura asegura el precio de compra o venta de una commodity en el futuro. Es una forma de seguro contra movimientos adversos en mercados conocidos por tenerlos. La cobertura también se utiliza en las divisas, las tasas de interés y los índices de acciones, pero se originó en los mercados de granos.
¿Quién da cobertura a las commodities? Las empresas que están expuestas a vaivenes en los precios de las commodities encuentran útil la cobertura. Un agricultor preocupado por la caída del precio del maíz después de la cosecha puede asegurar un precio de venta mientras siembra en primavera. México anualmente contrata una cobertura para el precio de su petróleo crudo de exportación, pagando a los bancos una prima extra para asegurar un ingreso predecible para su presupuesto federal. La cobertura “da gran libertad de acción a las empresas”, escribió Holbrook Working, destacado economista del siglo 20 especializado en mercados de commodities.
De acuerdo ¿y cómo se cubren las empresas? Tradicionalmente con derivados tales como futuros y opciones. Los contratos de futuros tienen dos lados: uno “largo”, o comprador, y uno “corto”, o vendedor. Una aerolínea preocupada acerca de una futura subida en el precio del gas avión puede comprar futuros de petróleo y tomar una posición larga. Si el crudo salta de 60 a 70 dólares el barril, el aumento correspondiente en el valor de los futuros de la aerolínea la ayudará a contrarrestar el precio más alto que pagará a sus suministradores de combustible. En cambio, un productor internacional de petróleo que estuviera preocupado porque el crudo caerá de 60 a 50 dólares el barril podría vender, o ir en corto, en futuros del petróleo, asegurando un precio de venta de 60 dólares.
¿Quién está al otro lado de este negocio? Los mercados de futuros son anónimos, así que cualquiera, desde un productor de petróleo hasta un fondo de inversiones o un banco podrían ser la contraparte en el contrato de la aerolínea. A pesar de su nombre, los fondos de inversión son unos especuladores clásicos, o traders buscando hacer dinero a través de los movimientos de los precios en lugar de asegurarse contra ellos. Las empresas comerciales también pueden en ocasiones tomar posiciones especulativas, por lo que información (como la de la Comisión de negociación en futuros de commodities en sus reportes “Commitments of Traders”) donde se categorizan las posiciones de los traders como comerciales o no comerciales deberían tomarse con cuidado.
¿Pueden las coberturas tener un impacto en los mercados? Grandes volúmenes provenientes de la ejecución de un programa de cobertura pueden mover el precio de los mercados de futuros e influir en la valoración de las opciones.
Coberturas ya tomadas pueden afectar a cómo responden las empresas a las señales que dan los precios. Por ejemplo, los precios del petróleo han bajado más del 50 por ciento desde junio pasado.
De acuerdo con Barclays, los productores de los EE. UU. han tomado coberturas por el 22 por ciento de su producción petrolera de 2015. Estas coberturas ayudan a suavizar el golpe de la caída en los precios del petróleo y retrasan la necesidad de limitar la producción. Las previsiones del gobierno de los EE. UU. sobre la producción terrestre seguirán aumentando hasta mayo de 2015 a pesar de los precios bajos – un fenómeno parcialmente explicado por las coberturas.
Mmm, ¿si las coberturas son tan prácticas, por qué no todas las empresas las utilizan? Tomar coberturas puede ser costoso. México pagó a los bancos 773 millones de dólares por las opciones para cubrir sus exportaciones petroleras de 2015 a un precio de 76,40 dólares el barril. (El contrato todavía parece inteligente, ya que el petróleo mexicano actualmente se paga a menos de 50 dólares en el mercado spot).
Las empresas que utilizan los futuros pueden enfrentarse a costosos márgenes de garantía – o solicitudes de más colateral – si el mercado se mueve en su contra. Las solicitudes de garantía originadas por el aument
o del precio del algodón llevaron a la quiebra a algunos comerciantes en 2008.
Los inversores que busquen apostar a la recuperación de las commodities sin convertirse ellos mismos en especuladores pudieran preferir acciones de empresas que no utilicen coberturas. Si nada cambia, una empresa petrolera sin coberturas tiene más por ganar con una subida de los precios del petróleo que una ya envuelta en coberturas.
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Commodities explained: Hedging oil volatility
03/03/2015 | Gregory Meyer – Financial Times English
The plunge in oil prices has strained the balance sheets of drillers and reduced costs for airlines. One way that companies manage the risks from commodities market swings is through hedging.
So what is hedging exactly? No silly gardening jokes please. Hedging involves locking in a price to buy or sell a commodity in the future. It is a form of insurance against adverse moves in markets notorious for them. Hedging is also employed in currencies, interest rates and stock indices, but it originated in grain markets.
Who hedges commodities? Businesses that are exposed to commodity price swings find hedging useful. A farmer worried that corn prices will fall after harvest might lock in a sale price during spring planting. Mexico annually hedges the value of its crude oil exports, paying banks a premium to ensure predictable revenue for its federal budget. Hedging “gives greater freedom for business action”, wrote Holbrook Working, a leading 20th-century economist of commodities markets.
OK, how do companies hedge? Traditionally with derivatives such as futures and options. Futures contracts have two sides: a “long,” or buyer, and a “short,” or seller. An airline concerned about a future rise in the price of jet fuel might buy oil futures and take a long position. If crude jumps from $60 to $70 a barrel, the corresponding increase in the value of the airline’s futures position will help offset the higher price it will pay fuel suppliers. Conversely, an international oil producer worried that crude will fall from $60 a barrel to $50 might sell, or go short, in oil futures, locking in the sale price at $60.
Who takes the other side of the trade? Futures markets are anonymous, so anybody from the oil producer to a hedge fund or bank could be the counterparty to the airline’s trade. Despite the name, hedge funds are classic speculators, or traders seeking to make money on price moves rather than insure against them. Commercial companies can also sometimes take speculative positions, meaning data (such as the US commodity futures Trading Commission’s “Commitments of Traders” reports) categorising trader positions as commercial or noncommercial should be viewed with care.
Can hedging have an impact on markets? Big volumes from the execution of a hedging programme can move the price of futures markets and influence the value of options.
Hedges already in place can affect how companies respond to price signals. For example, US oil prices have declined more than 50 per cent since last June.
According to Barclays, US producers have hedged 22 per cent of their 2015 oil output. These hedges help soften the blow from oil’s fall and delay the imperative to cut production. The US government forecasts onshore production will keeping rising until May 2015 despite low prices — a phenomenon partly explained by hedging.
Hmm, if hedges are so handy, why doesn’t every company hedge? Hedges can be costly. Mexico paid banks $773m for options to hedge its 2015 oil exports at a sale price of $76.40 per barrel. (The deal already appears worthwhile, since Mexico’s oil now fetches less than $50 on the spot market.)
Companies using futures can face hefty margin calls — or demands for more collateral — if the market moves against them. Margin calls prompted by a cotton price increase bankrupted some merchants in 2008.
Investors seeking to play a commodities rebound without becoming futures speculators themselves may also prefer shares of companies that don’t hedge. All things equal, an unhedged driller has more to gain from a rising oil price than one already enmeshed in hedges.
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