Los préstamos agrupados llenarán el vacío dejado por la banca de la UE

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Los préstamos agrupados llenarán el vacío dejado por la banca de la UE

19/02/2013 | Ralph Atkins – Financial Times Español

Una crisis financiera marca la diferencia. Antes de 2007, el consenso en la mayor parte de Europa continental era que los mercados financieros eran como el salvaje oeste sin la escenografía.

Cuando las hipotecas subprime estadounidenses revelaron el peligro de empaquetar y revender -o titulizar- los volúmenes cada vez más grandes de préstamos “arriesgados”, esa perspectiva pareció reivindicarse.

Sin embargo, seis años más tarde, algo extraño está ocurriendo. Los mercados financieros, y productos innovadores como valores respaldados por activos, parecen ser vistos por los creadores de políticas de la eurozona como una forma de salir de la crisis.

Tradicionalmente los bancos, no los mercados de capitales, proveyeron de crédito a las empresas y al comercio de la Europa continental. Muchas veces estaban muy integrados con las comunidades y políticos locales. Como resultado, la región era particularmente vulnerable cuando los bancos desaparecieron en combate durante la crisis y cortaron el crédito a las empresas y las familias.

Los efectos se vieron amplificados en las economías periféricas de la eurozona por la fragmentación de la unión monetaria europea, que absorbió la financiación de países como España o Italia. A finales del año pasado, los préstamos bancarios pendientes de pago por parte de empresas españoles habían disminuido 240 mil millones de euros, o un cuarto, desde el comienzo de 2009, de acuerdo a datos del Banco Central Europeo.

El vacío creado por los debilitados bancos, incapaces o sin ganas de prestar, ha sido cubierto por los mercados europeos de deuda corporativa, los cuales continúan siendo poco desarrollados comparados con los de los Estados Unidos. En algo parecido a una fiebre del oro, títulos de deuda pendientes emitidos por compañías no financieras crecieron a una tasa anualizada del 14 por ciento en diciembre.

El escenario parece preparado para el cambio decisivo de un sistema basado en los bancos a otro basado en los mercados en el sistema financiero de la Europa continental. Pero hay una trampa.

Las compañías que conseguían fondos en los mercados de capitales han sido predominantemente del núcleo de países del norte de la eurozona.

La vida es maravillosa para las compañías alemanas. Los bancos competen para ofrecer préstamos baratos, y los rendimientos de bonos corporativos alemanes han caído. Pero en la periferia de la eurozona no solo las tasas de interés bancarias son más altas, sino que sólo las compañías más grandes como Telecom Italia o Telefónica pueden aprovecharse de los mercados de capitales.

Por eso el interés oficial en titulizar como la forma de conseguir que el crédito fluya otra vez en los puntos negros de la economía, empaquetando préstamos para pequeñas y medianas empresas en la periferia y vendiéndolas a inversores globales.

Antes de la crisis, Europa tenía un naciente mercado de productos VRA (Valores Respaldados por Activos) respaldado por los préstamos a PYMES. En 2006, por ejemplo, había 34 productos valorados en un total de 46 mil millones, contando España con 15, de acuerdo a datos de Fitch.

Los VRA fueron desaprobados por la regulación, pero el enfoque está cambiando otra vez. A comienzos de este año, los reguladores globales dieron a los valores respaldados por hipotecas de perfil alto el sello de re-aprobación al incluir algunos en productos bancarios considerados “seguros” para construir amortiguadores de liquidez.

Ahora es el turno de los VRA de deuda corporativa. Peter Praet, miembro del comité ejecutivo del BCE (Banco Central Europeo), dijo a una audiencia en Londres la semana pasada que la resurrección de los VRA europeos era “esencial para la provisión financiera del sector corporativo” y señaló su papel potencial en ayudar a las PYMES.

Los VRA respaldados con préstamos a las PYMES tienen un buen historial de la devolución de préstamos, y el BCE ha lanzado iniciativas para mejorar su transparencia.

Gareth Davies, jefe de investigación de valores respaldados por activos en Europa para JPMorgan, dice que: “El mercado no tendría problemas en venderlos. Si el diferencial fuese bueno, este producto volaría de las estanterías, ya que los inversores están deseando tener nuevas alternativas frente a los riesgos hipotecarios de Reino Unido y Holanda”.

¿Entonces que está frenando la recuperación de los mercados? El Sr. Praet comenta que el ataque regulador ha ido demasiado lejos. También hay problemas estandarizando préstamos a pequeños negocios. Como en cualquier otro mercado habrá preocupaciones sobre la liquidez hasta que sea lo suficientemente grande.

No obstante, lo que podría ser crítico es el papel del propio BCE.

Al contrario de la impresión dada por el Sr. Praet, los VRA respaldados por préstamos a PYMES no desaparecieron completamente durante la crisis – simplemente fueron encubiertos.

Como parte de sus esfuerzos por apuntalar el sistema bancario europeo, el BCE aceptó estos VRA como garantía en sus operaciones proveedoras de liquidez. Así que en vez de ser distribuido, las modestas cantidades de VRA respaldados por préstamos para PYMES lanzados durante años de crisis han sido retenidos por los bancos para obtener fondos vitales del BCE.

En un sistema financiero todavía frágil, el BCE ha suplantado no sólo a los bancos, en proveer fondos a las PYMES, sino a los mercados también.

Después de la crisis, Europa estará inevitablemente más orientada a los mercados de capitales, pero el cambio llevará tiempo.

 

Packaged loans to fill EU banking void

19/02/2013 | Ralph Atkins – Financial Times English

What a difference a financial crisis makes. Before 2007, the consensus in much of continental Europe was that financial markets were the gung-ho wild west without the scenery.

When US subprime mortgage exposure revealed the dangers of packaging-up and reselling – or securitising – ever larger volumes of increasingly dodgy loans, that view appeared vindicated.

Six years later, however, something strange is happening. Financial markets, and innovative products such as asset-backed securities, are seen by eurozone policy makers as a way out of the region’s crisis.

Traditionally banks, not capital markets, provided credit to continental European business and commerce. Often they were closely integrated into local communities and politics. As a result, the region was particularly exposed when banks went missing in action during the crisis and slashed lending to businesses and households.

The effects were amplified in eurozone «periphery» economies by the fragmentation of Europe’s monetary union, which sucked further funding out of countries such as Spain or Italy. By the end of last year, outstanding bank loans to Spanish businesses had dropped by €240bn, or a quarter, from the start of 2009, according to European Central Bank data.

The void created by weakened banks unable or unwilling to lend is already being filled by European corporate debt markets, which remain under-developed by US standards. In something of a gold rush, outstanding debt securities issued by non-financial companies grew at an annual rate of 14 per cent in December.

The stage seems set for a decisive shift away from a bank-based to a markets-based continental European financial system. But there is a catch.

Companies raising funds in capital markets have been predominantly from «core» northern eurozone countries.

Life is bliss for German companies. banks fall over themselves to offer cheap loans and yields on German corporate bonds have tumbled. But in the eurozone «periphery» not only are bank interest ra
tes much higher,
but it is really only large companies such as Telecom Italia and Telefónica that can tap capital markets.

Hence official interest in securitisation as a way of getting credit flowing again in economic black spots, by packaging loans to small and medium-sized enterprises in the periphery and selling them to global investors.

Before the crisis, Europe had a nascent market for ABS products backed by SME loans. In 2006, for example, there were 34 issues worth a total €46bn, with Spain accounting for 15, according to Fitch data.

ABS then fell into regulatory disapproval, but attitudes are turning again. At the start of this year, global regulators gave the higher-profile residential mortgage-backed securities market the seal of re-approval by including some in products banks could consider «safe» when building up liquidity buffers.

Now it is the turn of corporate loans-backed ABS. Peter Praet, ECB executive board member, told an audience in London last week that the revival of the European ABS market was «essential for the provision of finance to the corporate sector» and singled out their potential role in helping SMEs.

SME loan-backed ABS have a good default record, and the ECB has launched initiatives to improve transparency.

«The market would have no problem selling it. If the spread was right, this stuff would fly off the shelf, as investors are crying out for alternatives to UK and Dutch housing risk,» says Gareth Davies, head of European asset-backed securities research at JPMorgan.

So what’s stopping the market’s revival? Mr Praet hinted that the regulatory onslaught had gone too far. There are also problems standardising small business loans. Like any market there will be worries about liquidity until it is sufficiently large.

What could prove critical, however, is the role of the ECB itself.

Contrary to the impression given by Mr Praet, ABS backed by SME loans did not disappear entirely during the crisis – they simply went undercover.

As part of its efforts to prop up Europe’s banking system, the ECB accepted such ABS as collateral in its liquidity-providing operations. So instead of being distributed, the modest quantities of ABS backed by SME loans launched during the crisis years have been retained by banks to obtain vital ECB funding.

In a still fragile financial system, the ECB has, in effect, taken over the role not just of banks in providing funding to SMEs but that of the market as well.

Post-crisis, Europe will inevitably become more capital market orientated, but the shift will take time.

Copyright &copy «The Financial Times Limited«.
«FT» and «Financial Times» are trade marks of «The Financial Times Limited».
Translation for Finanzas para Mortales with the authorization of «Financial Times».
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