Una de las peculiaridades del mercado de seguros español es la contratación masiva de un tipo de póliza, la de deceso, en mayor medida que en cualquier país de Europa. Más de 20 millones de españoles (el 44% de la población) cuentan este producto, conocido popularmente como ‘el seguro de los muertos’, que cubre los gastos funerarios y de entierro.
‘El seguro de los muertos’ no tiene buena fama: se dice que es excesivamente caro para las prestaciones que da, y que no tiene sentido contratarlo muy joven. Sin embargo sigue teniendo una significativa penetración en la población española y entre los inmigrantes, un colectivo sobre el que las aseguradoras han lanzado campañas de promoción y productos con coberturas específicas.
El año pasado se realizaron en España alrededor de 247.000 entierros cubiertos con estas pólizas, lo que supone el 56,7% del total y un incremento de unos 1.500 óbitos a cargo del seguro respecto a 2014, según los datos de la patronal aseguradora Unespa.
La inmensa mayoría de las inhumaciones (171.969) se produjeron en la misma localidad donde ocurrió el fallecimiento. En 74.693 casos fue preciso trasladar el cadáver de una población a otra dentro del territorio nacional. Además, hubo 527 entierros que conllevaron un traslado internacional.
CÓMO FUNCIONA
Este tipo de seguro puede ser individual o familiar, aunque lo más común son las pólizas familiares.
Cada asegurado debe pagar una prima, normalmente una pequeña cantidad al mes que no suele superar los 8-10 euros, para mantener su póliza de decesos, si bien esta cifra depende de diversos factores, como los servicios que se solicitan, la población de residencia o la edad de los beneficiarios.
Cuando se produce el fallecimiento la compañía aseguradora se encarga de una serie de gestiones burocráticas y de otras labores que solucionan todos los problemas que se presentan con la defunción.
La lucha por atraer a más clientes ha llevado a muchas de estas compañías a incluir en sus pólizas otras coberturas. Por ejemplo, Mapfre ha incluido de forma opcional la conservación del ADN y la crio-preservación de las células madre del cordón umbilical para prever situaciones futuras.
IMPLANTACIÓN TERRITORIAL
Aunque se encuentra extendido entre buena parte de la sociedad, estos seguros tienen mayor implantación en los pueblos y cercanías de las ciudades.
De hecho, la implantación de este seguro es particularmente destacada en Extremadura, Asturias y Andalucía, donde más del 60% de la población está cubierta por un seguro de este tipo.
Pero incluso en las regiones donde el seguro de decesos tiene un peso comparativamente bajo, su presencia sigue siendo perceptible. Es el caso de La Rioja, Navarra y Baleares, con una penetración que supera el 20%.
Fuente: Europa Press (3 junio de 2016)