Impuestos: de Platón a Google Maps

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Impuestos: de Platón a Google Maps

05/06/2013 | FxM – Hugo Vázquez

“No solo cumplimos con las leyes (impositivas), también cumplimos con el espíritu de las leyes”. Tim Cook, Apple CEO, mayo de 2013.

Los impuestos además de legales son ¿Justos? ¿Equitativos? ¿Solidarios? ¿Éticos?

En 2012, cuando un joven danés agobiado por las deudas y después de haber intentado saldarlas con segundos empleos (camarero, traductor, etc.) quiso ponerse al día trabajando de gigoló, para no caer en la ilegalidad llamó a la oficina de recaudación de impuestos para saber cuánto y cómo debía declarar esos ingresos extras. (Michael Hobbes, 23 de octubre de 2012, thebillfold.com).

En 2013, cuando una joven inglesa golpeó con su coche a un ciclista tuiteó lo siguiente: “hace poco he golpeado a un ciclista, yo tenía derecho de paso – porque yo pago impuesto de circulación y él no”. (BBC News Norfolk, 23 de mayo de 2013).

De acuerdo con la OCDE, Dinamarca y el Reino Unido están entre los 10 países que más impuestos cobran a sus ciudadanos, entonces ¿qué hace que dos personas con un nivel de vida bastante similar reaccionen de estas maneras ante el sistema fiscal de sus países? ¿Buena información del sistema fiscal danés y mala por parte del inglés? ¿El sistema fiscal danés “no solo es honesto sino que además lo parece” y el inglés no? ¿La eficiencia del sector público danés justifica la alta tasa de impuestos que cobra a sus ciudadanos mientras que el sector público inglés es menos eficiente? Según el Informe 2012 de Transparencia Internacional sobre percepción de corrupción, Dinamarca es el país menos corrupto, mientras que el Reino Unido ocupa el sitio 17 y España cae hasta el lugar 30.

Un impuesto es “la cantidad de dinero que una administración pública determina que se debe contribuir al realizar una actividad”, de forma que cada miembro de la sociedad (persona o empresa) coopera para el mantenimiento de los servicios e infraestructuras que permitan a todos tener un nivel de vida acorde con el desarrollo económico de la sociedad en su conjunto.

Se supone que los legisladores intentan aplicar los principios de justicia y equidad al determinar la carga impositiva para cada integrante de la sociedad, de manera que todos contribuyan sin menoscabo de su patrimonio y nivel de vida.

En el siglo IV a.C. Platón ya decía que: ”…cuando hay algunos impuestos [a satisfacer], el justo contribuye más en igualdad de bienes, y el injusto, menos…” (La República, libro I). 300 años después Jesús dijo, refiriéndose al tributo en el templo: “…todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta (la viuda), de su pobreza echó todo el sustento que tenía”, todavía seguimos enfrentándonos a la misma cuestión al no ponernos de acuerdo en cuánto es justo, equitativo, solidario y ético.

Se supone que los legisladores intentan aplicar los principios de justicia y equidad al determinar la carga impositiva para cada integrante de la sociedad, de manera que todos contribuyan sin menoscabo de su patrimonio y nivel de vida.

Cuando una persona o empresa cree que los impuestos que se le pretenden cobrar no se corresponden con la eficiencia del sector público, y la distribución de esos recursos entre la sociedad en su conjunto, quizás no pueda hacer otra cosa mas que quejarse y/o tratar de evadirlos, mientras que una gran empresa puede destinar tiempo, personal y recursos a buscar la manera de evitarlos sin por ello caer en la ilegalidad. Para lograr esto existen dos maneras: modificar las leyes a través de un lobby; o aprovechar las leyes, y los vacíos que estás dejan, en su beneficio.

Aunque en muchos aspectos ya se considera al “mundo como una sociedad global”, los impuestos son una cuestión que se determina localmente; aunque sus efectos puedan ser globales.

Actualmente la legislación impositiva que se aplica a las empresas globales como Apple les permite generar ingresos en un país y pagar los impuestos en otro (ya sea paraíso fiscal o país con impuestos muy bajos). Esto es legal, pero con respecto a los ciudadanos comunes ¿es justo, equitativo, solidario y ético?

La eficiencia del sector público, y la adecuada distribución y utilización de sus ingresos, es el principal factor que hace que el ciudadano común pague los impuestos. Habrá que aspirar a que nuestro sector público no solo sea eficiente sino que también lo parezca, como el danés; y no como el lituano que tiene que recurrir a Google Maps y aplicaciones en el iPhone para detectar cambios en las propiedades inmobiliarias de los contribuyentes que no han sido incluidas en su declaración patrimonial.

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