¿Qué fue de la economía griega?

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Era el último año del SXX y el proyecto europeo necesitaba avanzar. Para ello, había que poner una moneda común en el tablero y, además, determinar qué países pasarían a formar parte de la eurozona. En torno a esto surgieron muchas dudas. Una de ellas fue la de incorporar o no a Grecia como un estado miembro en el que circulase el euro.

En 1999 se estableció la nueva moneda común en once países, entre los que estaba España. Los criterios de admisión (criterios de Maastricht), para formar parte del euro, iban desde la estabilidad de precios hasta las finanzas gubernamentales. Pero uno de ellos era especialmente relevante. Que el déficit presupuestario (más gastos que ingresos) no superase el 3% del PIB, circunstancia que incumplía Grecia por aquel entonces. Sin embargo, se consiguió bajar por debajo del 3% y en enero de 2001 Grecia se incorporó, aunque no tuvo el respaldo de todos los países miembros.

Por aquel entonces se hablaba del “Milagro griego”. Un país que parecía no levantar cabeza, pero que conseguía en dos años bajar su déficit por debajo del 3% y cumplir con las ordenanzas para formar parte de la moneda común.

La alegría duró hasta el 2004, cuando los inspectores del Eurostat (Oficina Europea de Estadística) descubrieron que Grecia había falseado sus cuentas desde el año 2000 y su déficit alcanzaba casi el 5%. ¿Cómo consiguieron tal engaño? Mediante el asesoramiento de Goldman Sachs (banco de inversión). En el año 2000, Grecia emitió deuda en divisas distintas a las suya y Goldman Sachs modificó el tipo de cambio al que se fijaban los futuros (derivados financieros). Trasladando estos tecnicismos a un lenguaje mortal, Grecia emitía deuda e ingresaba importes mayores de lo que debía.

Grecia emitió una gran cantidad de deuda pública para combatir su déficit. Cuando fue descubierto el engaño, se vio que la economía griega podía colapsarse en cualquier momento.

Apoyo financiero

Las finanzas griegas siempre han tenido altibajos desde su adhesión a la zona euro. Su inestabilidad económica fue incapaz de absorber el embiste que golpeó a la economía mundial en 2008. En ese mismo año su tasa de paro era del 7,8% y a partir de ahí creció hasta alcanzar un 28% en 2013. En ese periodo Grecia tuvo que recibir los famosos “rescates” financieros de 2010 y 2012. Los dos rescates sumaron 237.000 millones euros, de los que prácticamente su totalidad fue utilizada para pagar la deuda y los intereses de la misma. No obstante, no fue suficiente y Grecia tuvo que recibir otro rescate en 2015 por un importe de 86.000 millones.

Por otro lado, Grecia cerró el año 2008 con un PIB de 241.990 millones de euros, el mayor de su historia. Sin embargo, desde que se inició la crisis y a pesar de los rescates, su PIB ha ido decreciendo y el año pasado fue de 177.735 millones de euros. Esto es, un 26,5% menos que en 2008. Actualmente, el salario mínimo en Grecia es de 683 euros al mes, una bajada del 21% si se compara con los 862 euros de salario mínimo que tenía en 2009.

Pasados 10 años, aún está por ver si Grecia podrá pagar la enorme deuda que tiene. Su deuda pública respecto al PIB es del 180%, mientras que la media de los 28 estados de la Unión Europea es del 80% respecto al PIB. Ya no queda rastro de la Europa homogénea, con una riqueza distribuida. Ahora es la Europa de los contrastes, con zonas muy empobrecidas y otras excesivamente enriquecidas como Alemania.

Autor: Daniel Moreno (6 junio 2018)

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