La universidad es un privilegio, pero no todos los trabajos requieren un título19/11/2015 | Michael Skapinker (Financial Times) – Financial Times Español
«Todos los oficiales deben tener un título universitario», afirmó el titular de la BBC. Un asesor del Colegio de Policía, que establece las normas para la formación de la policía en Inglaterra y Gales, dijo: «Estamos tratando de que los agentes de policía tengan licenciaturas y los superintendentes tengan maestrías». La universidad dijo que Francia y España ya exigían que los oficiales de policía de nuevo ingreso tuvieran títulos de licenciatura y que los inspectores tuvieran títulos de maestría. La universidad dijo que profesiones como medicina, enfermería, derecho y trabajo social requerían un título universitario. El alto nivel al que los agentes de policía operan actualmente significaba que las fuerzas del Reino Unido necesitaban considerar los títulos también. Es fácil comprender lo que la universidad está diciendo. Lidiar con el terrorismo transfronterizo, la ciberdelincuencia y el fraude financiero requiere habilidades sofisticadas. Las fuerzas policiales que puedan atraer a los graduados probablemente se beneficiarán. Pero la idea de que cada oficial tiene que ser graduado universitario parece ser errónea. Tengo la suerte de haber ido a la universidad: afortunado de haber tenido la experiencia y la suerte de haber tenido las habilidades que permiten superar la escuela y llegar a la educación superior. Hay muchas habilidades que no poseo; habilidades más valiosas que escribir columnas periodísticas. Ellas incluyen la reparación de techos con fugas, la reparación de automóviles, la inserción de catéteres y la neutralización de asaltantes armados con cuchillos. Éstas requieren formación, práctica y experiencia. Dudo que tres o cuatro años de asistir (o no) a conferencias, probar y descartar filosofías políticas, socializar y andar de fiesta nos enseñen cualquiera de las habilidades antes mencionadas. La idea de que la universidad es el pináculo de los logros educativos ofende las valiosas habilidades no académicas. Este punto de vista es especialmente fuerte en el Reino Unido, el cual, como consecuencia, tiene un pobre historial en el aprendizaje de oficios. Aunque para el gobierno británico el estímulo del sistema de aprendizaje profesional se ha convertido en una prioridad, el pasado mes un informe de Ofsted, el servicio de inspección de educación, informaba que un tercio de los proveedores de aprendizaje de oficios que visitaron ofrecían una capacitación deficiente. «Los inspectores observaron… a aprendices en varios sectores – como el minorista, de la producción de alimentos, y del cuidado de la salud – quienes simplemente estaban completando sus periodos de aprendizaje mediante la acreditación de habilidades de bajo nivel ya existentes, como hacer café, servir sándwiches o limpiar pisos», dijo Ofsted. Existen algunos aprendizajes de oficios de alta calidad, sobre todo en la construcción y las industrias de ingeniería y de vehículos. Estos pueden ser valiosos. Un Incluso aquellas profesiones que indudablemente requieren un título — derecho, medicina, enseñanza — son esencialmente aprendizajes de oficios. Aprender y practicar bajo la supervisión de profesionales con experiencia es mucho más importante que cualquier cosa aprendida en el aula. Para ser justos con el Colegio de Policía, parece estar considerando algo semejante. Su propuesta que, según dice, todavía requiere discusión, prevé que los estudiantes dividan su tiempo entre la práctica como policías y el trabajo académico. El Chartered Management Institute del Reino Unido también ha iniciado un curso de gestión que combina el entorno laboral y la universidad con empresas como Nestlé, Barclays y Serco. La enfermería en el Reino Unido también ha seguido este camino, con resultados controvertidos. Algunos dicen que exigir un título ha provocado que las enfermeras traten con desdén los aspectos de cuidados y limpieza del trabajo. Ha habido casos terribles de negligencia, como en Mid-Staffordshire NHS Foundation Trust. Otros atribuyen estos problemas al hecho de no contar con suficientes enfermeras. Un estudio realizado en 300 hospitales de nueve países europeos encontró que un aumento de las cargas de trabajo de las enfermeras aumentaba las probabilidades de muerte de los pacientes, mientras que la existencia de más enfermeras tituladas daba como resultado que el número de muertes de pacientes disminuyera. Pero no todo el mundo aprende de la misma manera. A algunas personas les va muy bien en un aula; otras aprenden en la práctica. Muchos encuentran que el estudio académico funciona mejor para ellos una vez que han tenido la experiencia y pueden reflexionar sobre el valor de lo que están aprendiendo. Los padres que dejan a sus hijos en la universidad a menudo comentan cuánto más podrían aprovechar un título universitario sabiendo lo que saben ahora. Eso es lo que quieren decir las personas cuando aseveran que la educación se desperdicia en los jóvenes. Las habilidades de todos necesitan ser puestas a prueba, pero no todo el mundo necesita adquirir esas habilidades en la universidad; y no todo el mundo tiene que ir a la universidad antes de comenzar a trabajar. |
University is a privilege but not all jobs need a degree11/19/2015 | Michael Skapinker (Financial Times) – Financial Times English
“All officers ‘should have degrees’,” was the BBC headline. An adviser to the College of Policing, which sets standards for police training in England and Wales, said: “We are looking to have degree-level qualifications for constable and masters for superintendent.” The college said that France and Spain already demanded that new-entry police officers have degrees and that inspectors have masters degrees. The college said professions such as medicine, nursing, law and social work all required university qualifications. The high level at which police officers operated today meant UK forces needed to consider degrees too. It is easy to understand what the college is talking about. Dealing with cross-border terrorism, cyber crime and financial fraud needs sophisticated skills. Police forces that can attract graduates will probably benefit. But the idea that every officer needs to be a graduate seems wrong-headed. I am fortunate to have gone to university: fortunate to have had the experience and fortunate to have had the skills that get you through school and into higher education. There are plenty of skills I do not have — skills more valuable than turning out newspaper columns. They include fixing leaking roofs, replacing car brake pads, inserting catheters and disarming knife-wielding muggers. These require training, practice and experience. I doubt that three or four years of attending (or skipping) lectures, trying out and discarding political philosophies, socialising and partying teach you any of these. The idea that university is the pinnacle of educational achievement denigrates valuable non-academic skills. This view is particularly strong in the UK which, as a consequence, has a poor record on apprenticeships. Although the British government has made boosting the apprenticeship system a priority, a report last month from Ofsted, the education inspection service, said that a third of the apprenticeship providers they visited offered substandard training. “Inspectors observed…?apprentices in the food production, retail and care sectors who were simply completing their apprenticeship by having existing low-level skills, such as making coffee, serving sandwiches or cleaning floors, accredited,” Ofsted said. There were some high-quality apprenticeships, particularly in the construction and engineering and vehicle industries. These can be valuable. A recent report by the Sutton Trust showed that those who had been through well-run apprenticeships out-earned graduates of middle-ranking UK universities. Even those professions that indubitably require a degree — law, medicine, teaching — are essentially apprenticeships. Learning from and practising under the supervision of experienced professionals are far more important than anything learnt in the classroom. In fairness to the College of Policing, it seems to be considering something like this. Its proposal, which, it says, still requires discussion, envisages students dividing their time between practical policing and academic work. The UK’s Chartered Management Institute has also started a combined workplace and university management course with companies such as Nestlé, Barclays and Serco. Nursing in the UK has followed this path too, with disputed results. Some say that demanding a degree has led to nurses treating the caring and cleaning sides of the job with disdain. There have been dreadful instances of nursing neglect, such as at the Mid-Staffordshire NHS Foundation Trust. Others put these problems down to not having enough nurses. A study of 300 hospitals in nine European countries found that a rise in nurses’ workloads increased the chances of patients dying, while more nurses with degrees led to the number of patient But not everyone learns in the same way. Some thrive in a classroom; others learn by doing. Many find academic study works best for them once they have had experience and can reflect on the value of what they are learning. Parents, dropping their children off at university, often remark how much more they would get out of a degree knowing what they know now. That is what people mean when they say education is wasted on the young. Everyone’s skills need testing, but not everyone needs to acquire those skills at university — and not everyone needs to go to university before they start working. |
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