Una empresa es una unidad productiva dedicada a desarrollar una actividad con la finalidad de obtener beneficios económicos.
Dicho de otro modo: una empresa es un conjunto administrado de recursos humanos, materiales y financieros que, mediante la aplicación de técnicas y/o tecnologías, tiene la finalidad de obtener utilidades mediante la oferta de sus productos y servicios a uno o varios mercados.
Podemos referirnos a una empresa como «casa o sociedad mercantil o industrial», fundada para emprender o llevar a cabo construcciones, negocios o proyectos de importancia.
Aunque en ocasiones también se utiliza el término ‘negocio‘ para referirnos a una empresa, no debería ser así, puesto que un negocio es una actividad que se realiza con el fin de obtener un beneficio, pero este puede ser puntual. Por ejemplo, la compra de un bien y su posterior venta a un precio más elevado, puede ser un negocio, pero si se realiza de manera reiterada, y además se consigue una localización, y/o se lleva a cabo junto con algún empleado para que ayude con dicho negocio, entonces este negocio pasará a ser una empresa.
Las empresas se clasifican según el sector de su actividad en:
- empresas del sector primario,
- empresas del sector secundario o industrial,
- empresas del sector terciario o de servicios,
- y algunas clasificaciones han incorporado el sector cuaternario, que alude a la investigación, innovación, y desarrollo.
Según el tamaño, las empresas pueden ser:
- Microempresas, aquellas que ocupan a menos de 10 personas y cuyo volumen de negocio anual no supera los 2 millones de euros.
- Pequeñas empresas, las cuales ocupan a menos de 50 personas y tienen un volumen de negocio anual inferior a los 10 millones de euros.
- Medianas empresas, las cuales ocupan a menos de 250 personas y tienen un volumen de negocio anual no superior a 50 millones de euros.
Sabemos que a las pequeñas y medianas empresas las conocemos y englobamos como pymes, sin embargo, cuando una empresa posee cifras superiores a 50 millones de euros o cuenta con más de 250 trabajadores, pasa a la clasificación de grandes empresas.
Según en qué manos esté el capital de la empresa, o lo que es lo mismo, según a quién o quiénes pertenezca la empresa, ésta puede ser:
- privada, pública o mixta.
Las empresas privadas tienen la propiedad de su capital en poder de los particulares (dueños de la empresa), las empresas públicas tienen la propiedad de su capital en manos de los organismos públicos, ya sea a nivel Nacional, Provincial o Municipal, y en las empresas mixtas la propiedad del capital está distribuido entre el Estado y los particulares.
Por otro lado, aquellas empresas que operan en un pueblo, ciudad o municipio se catalogan como empresas locales; si operan en una provincia o Estado se definen como empresas provinciales; si incluyen a varias provincias o regiones se conocen como empresas regionales; si sus ventas se realizan en prácticamente todo el territorio de un país o nación se llaman empresas nacionales; y cuando se extienden a territorio internacional, es decir, que su actividad también se lleva a cabo en otros países, son empresas multinacionales. Esta clasificación es útil para poder analizar las posibles relaciones entre la empresa y su entorno político, económico o social.
Por último, los beneficios de una empresa pueden estar destinados a los propietarios o accionistas, en cuyo caso la empresa será con Ánimo de lucro. Si por el contrario los beneficios están destinados al propio desarrollo de la actividad de la empresa, ésta será sin ánimo de lucro.
Otra clasificación importante es según la forma jurídica de la empresa, regida por la legislación de cada país, puede tratarse de una persona física o jurídica. Dentro de la forma jurídica de una empresa podemos encontrar las sociedades.
