LIQUIDEZ

Cuando hablamos de “liquidez” nos estamos refiriendo a tener o poder disponer con inmediatez de dinero, no necesariamente en efectivo, también puede ser en una cuenta corriente o en un depósito bancario a la vista. Incluso podemos hablar de un activo líquido para referirnos a algún producto financiero de cuyo dinero podemos disponer en efectivo con prontitud.

En el día a día, podemos pensar que «tenemos liquidez» cuando somos capaces de pagar todo o parte de lo que debemos en el corto plazo. Por ejemplo, si tenemos liquidez, podemos realizar los pagos con dinero que o cuentas corrientes (a la vista), de forma cotidiana podríamos asemejar «tener liquidez», con «tener dinero a mano».

Por tanto, la liquidez se define como la capacidad que tiene una empresa, persona o autónomo, para hacer frente a sus pagos a corto plazo. En el ámbito profesional, puede incluso admitirse como liquidez la capacidad de convertir los activos en dinero líquido en poco tiempo.

En el ámbito contable empresarial, el ratio de liquidez permite su análisis.

Si la liquidez fuese excesiva, podríamos estar dejando de ganar dinero con el hundimiento de las posibles inversiones. A mayor liquidez en un producto financiero, menor rentabilidad y menor riesgo.