Para aquellos que no conozcan Uniqlo, han de saber que muchos la tildan como el Zara asiático. Esta cadena de ropa japonesa ha llegado a España con gran expectación y, como no podía ser de otra manera en estos tiempos, su llegada ha sido on-line. No obstante, esta primera toma de contacto con la economía española no será permanentemente virtual. El 20 de septiembre de este año se estrena su tienda física en el histórico Paseo de Gracia de Barcelona.
La cadena nipona busca hacerse un hueco en un mercado muy competitivo. Inditex tiene una fuerza sobresaliente sobre otras empresas del gremio al estar presente en 94 mercados y contar con más de 7.000 tiendas en el mundo. Por otro lado, Uniqlo tiene 1.800 tiendas repartidas en 18 mercados de las cuales 55 están en Europa. El local de la ciudad condal contará con 1.700 metros cuadrados distribuidos en 4 plantas.
Dos historias divergentes
La primera tienda de Zara se abrió en 1975, después de 12 años dedicados a la fabricación textil, en A Coruña. Uniqlo lo hizo en 1884 a las afueras de Hiroshima. Entre ambas existen similitudes en sus diseños, pero no en su precio. Muchos podrían pensar que, al ser una empresa nueva que entra en el mercado, iba a ofrecer precios mucho más baratos que su competencia, sin embargo, sus precios son iguales o superiores a Zara. Uniqlo ofrece tejidos de calidad como la lana o el cachemir. Estas materias primas encarecen el proceso productivo y, por lo tanto, converge en un precio de venta al público elevado. En este contexto, Inditex es líder.
Uniqlo pertenece al grupo textil Fast retailing, el cual engloba también otras marcas como Gu, Jbrand y Comptoir Des Cottoniers. La acción de Fast retailing cotiza en el mercado de valores a 241 euros. Por otro lado, Zara cotiza desde el grupo Inditex con un valor de 31,40 euros por acción. En 2016 el beneficio neto de Inditex fue de más de 3.000 millones de euros, muy por encima del grupo textil nipón.
Expertos analistas apuntan que el crecimiento de Zara es más sostenible a largo plazo. El problema de Uniqlo es que está entrando en mercados fuertes donde los costes laborales y la fuerte presencia de competencia pueden minar un crecimiento tan alto como el esperado.
Uniqlo busca funcionalidad y ligereza. Lejos de las tendencias, su estilo es la sencillez y, sobre todo, calidad, haciendo que sus precios sean más altos respecto a los de sus competidores. Esto no sería un problema si la moda fuese más estática y no cambiase cada temporada de estilo, pero muchos consumidores buscan rotación por lo que prefieren comprarse dos jerséis de calidad media que uno bueno al mismo precio.
El slogan de Uniqlo es “simplicidad mejorada”. Sus tejidos más populares son los forros polares dejando de lado el glamour exagerado. En el otro lado de la moneda, Zara aporta tendencia al mercado y una calidad-precio destacable.
El tiempo dirá si estos dos grandes del textil son bienes sustitutivos o complementarios. La llegada de Uniqlo a Barcelona marca un nuevo hito para la empresa que entre sus siguientes movimientos está el de encontrar un local competente en Madrid.
Autor: Daniel Moreno (11 septiembre 2017)
